Antonia Moreno (PSOE) comentaba ayer que ya sabe cómo son las "caquitas" de las cucarachas porque las ha visto al levantar algún expediente y Asun Mayoral (CLR) abría la puerta de uno de los bajos alquilados por el Ayuntamiento (53.000 euros anuales) con miedo por si algo a cuatro patas salía por allí a la carrera. Estamos hablando del flamante archivo municipal de la ciudad de Orihuela. Ese al que van a parar todos y cada uno de los expedientes que se elaboran desde cualquier concejalía a lo largo del año y que se deberían guardar en perfectas condiciones de uso mientras de por vida. La realidad que ayer mostró el equipo de gobierno es algo muy distinto.

Mayoral va de sorpresa a sorpresa y ayer arrastraba a los periodistas a una excursión por dependencias municipales entre humedades, telarañas y bichos vivientes con y sin pelo. "Cuando a un funcionario se le dice que tiene que venir aquí a buscar alguno es como si se le pusiera un castigo", sentenciaba la edil de Personal, que anunció que no les va a quedar más remedio que gastarse 50.000 euros en reformar las instalaciones de los archivos municipales.

Saber cómo y dónde está cada asunto, a qué concejalía compete o de lo que trata, según se pudo comprobar ayer, es un trabajo sólo para mentes privilegiadas y al que muchos funcionarios, por obvias razones, no están dispuestos a realizar. Era increíble ver cómo existen claraboyas abiertas a ras del suelo en el sótano del Ayuntamiento o faltan extintores y sistemas contra el fuego en lo que tendría que ser uno de los lugares de culto de la administración oriolana. En realidad aquello parecía los preparativos de una pira funeraria que cualquier día y por accidente puede comenzar a arder.

Puesta delante de cientos de expedientes que se asemejaban casi a la Cruz de la Muela, Mayoral sentenció: "Éste era el modelo organizativo y de gestión (del PP): Expedientes desperdigados y sin orden y alquileres multimillonarios". La edil se mostraba perpleja -otra vez más- al comprobar cómo el Ayuntamiento ha estado alquilando locales a precio de oro, "sin condiciones y fuera del precio mercado que ni tan siquiera está usando" y se atrevió a decir que si el PP lo hacía sería con "otros intereses", pero no fue más allá. La concejal añadió que los archivos del Ayuntamiento -este diario vio ayer dos y ya le pareció suficiente para hacerse una idea- presentan "un deplorable estado de higiene, iluminación y salubridad" y, ni que decir tiene, de seguridad, lo que le llevó una vez más y machaconamente a denunciar a los anteriores gestores de por su "falta absoluta de responsabilidad. Sólo sabían estar detrás de la foto".

Mayoral ha cogido la calculadora del Ayuntamiento -en la que sólo se suma- y ya va por los "600.000 euros de alquileres", al tiempo que anunció que va a comenzar a ajustar precios a la realidad del mercado. "Algunos (de los propietarios) ya nos han manifestado su voluntad de bajar el alquiler".

Antonio Pedrera, entre los propietarios

El empresario Antonio Pedrera es el propietario del local que ayer mostró la concejala Asun Mayoral, quien obvió este dato. Él no es responsable ni del estado del mismo ni de garantizar las condiciones que debe reunir para convertirse en un lugar seco donde se almacenen con garantías los legajos y expedientes municipales, pero la realidad es que las instalaciones, que son muy amplias, le han reportado los tres últimos años 150.000 euros, dato que sí dio la responsable de Personal mientras observaba algunos palés de madera colocados en el suelo para aislar el papel y evitar que cuando llueve y el agua entra por debajo de la puerta se mojen. Pedrera, como se recordará, fue propuesto por Lorente (PP) como Hijo Predilecto de la ciudad. M. A.