"Indecente, impresentable, humillante, un escarnio público...". Los grupos de la oposición al Partido Popular en el Ayuntamiento de Torrevieja no ahorraron ayer calificativos a la hora de cuestionar la iniciativa del alcalde, Eduardo Dolón, de entregar en mano y en el salón de plenos 201 "paguicas", de 300 euros cada una, a pensionistas ante las cámaras de la televisión local y los medios de comunicación. La novedad en esta ocasión es que se hacía a cinco jornadas de las elecciones generales y cuando este diario ha podido confirmar que las notificaciones y la partida presupuestaria, 60.000 euros para esta tanda, estaban preparadas hace unas semanas con lo que el acto podría haberse celebrado antes.

No por repetido durante años deja de ser un ritual singular y sorprendente. Pese a que Dolón conocía al dedillo las críticas que le iban a llover, empleó casi una hora, de pie y sonriente para realizar este reparto, en el que de forma puntual los asesores municipales dejaban caer a los asistentes quién es ahora el nuevo alcalde -fue Pedro Hernández el que instauró este modelo de ayudas a finales de los 90-. Dos funcionarios comprobaban los datos de los beneficiarios que hacían cola. El joven regidor, empeñado en distinguirse de su antecesor en muchas cosas, ha preferido no apartarse del guión en este caso. Acompañado de la concejala de Tercera Edad y Gente Mayor, Inmaculada Montesinos, daba el sobre y echaba la mano personalmente a los beneficiarios deseándoles que lo disfrutaran. Alguno de ellos se descolgaba con algún -incómodo para el alcalde- comentario de respaldo electoral.

Se trata de una entrega que se realiza en distintas fases durante el año a cientos de pensionistas y que supone un desembolso de más de 700.000 euros para las arcas municipales. La puesta en escena también implica la presencia de familiares que en muchos casos deben dar apoyo a otros con movilidad reducida. No todos los pensionistas pueden acceder a la ayuda. Deben ser preceptores de una pensión por jubilación, viudedad, orfandad, una renta mínima y figurar en el padrón municipal un mínimo de 2 años.

En 2012, más

Todos los grupos de la oposición (PSOE, APTCe y Los Verdes) respaldan la existencia de estas ayudas municipales, y en estos momentos más, y su destino a un grupo social que sufre las consecuencias de la crisis. Pero todos cuestionan duramente la forma de hacerlo.

El edil socialista Antonio Ruiz apuntaba al hecho de que se hiciera a escasos días de la cita electoral; dijo que ésta debería ser una entrega "discreta y la forma de hacerlo ahora no es de recibo". Por su parte, la concejala Marga Torregrosa (APTCe) explicó que debería llegar a los destinatarios por transferencia bancaria, sin que el político se convirtiera en el protagonista. José Manuel Dolón (Los Verdes) fue más allá que este modelo generalizado de percepciones ampara el muchas personas de las personas que las reciben no cumplan realmente los requisitos porque figuran como receptores de una pensión mínima al haber trabajado como autónomos pero cuentan con recursos y bienes a nombre de la familia. "Por eso pedimos que se realice una política individualizada donde se estudie cada caso y no esta especie de asistencia social".

El Ayuntamiento ya ha anticipado en el proyecto de presupuestos que mantendrá esta partida sin rebajarla ni un céntimo. Todo pese a que, como otros tantos municipios arrastra una deuda multimillonaria. Debe a los bancos unos 60 millones de euros aunque, al contrario que otras administraciones locales, tiene margen legal para endeudarse todavía más. Ayer mismo el alcalde anunciaba que en diciembre saldrá publicado el bando para estas mismas ayudas, ante las dudas planteadas por LV sobre si el Ayuntamiento será capaz de afrontarlas.