Los vecinos del norte del casco urbano de Callosa de Segura y el sur de Cox pudieron percibir ayer sobre las tres de la tarde un temblor procedente de la sierra sin apenas ruido perceptible. Era la primera detonación para abrir brecha a la construcción del túnel de casi 2 kilómetros que atravesará la sierra para dar paso a la futura línea del AVE. Muchos de los residentes que durante años han luchado para que este momento no se produjera respiraron medio aliviados al comprobar que la voladura fue bastante más discreta que las que antaño hacían vibrar el municipio con las tres canteras que trabajaron a destajo durante el boom inmobiliario en la sierra. Pero la de ayer sólo fue la primera de aquí en adelante.

Durante meses la constructora ha preparando el terreno en los dos puntos en los que el túnel atacará el monte, con grandes movimientos de tierra. La plataforma del tramo entre San Isidro y las cercanías de Callosa está muy avanzado.

La empresa constructora avisó al Ayuntamiento hace unos días de esta voladura. El equipo de gobierno y la mercantil, conocedores de la sensibilidad especial que existe sobre este asunto, redoblaron la alerta con los vecinos junto a la zona del nuevo instituto, para que no salieran de sus casas entre las 14.30 a las 15.30 horas de ayer como medida preventiva. Ni tan siquiera se detectó una cortina de humo apreciable, porque lo impidió una coraza de mallas y redes. Sólo un temblor en la base de los edificios, según explicaron fuentes municipales, y que no pudieron pronunciarse sobre el calendario futuro de detonaciones.

El recurso a las voladuras, según la Administradora de Infraestructuras Ferroviarias (Adif), va a ser mínimo. Se ha escogido el denominado «nuevo método austriaco» de tunelado por el que las máquinas «trozadoras» van horadando la tierra por fases, creando una bóveda y con una perforación de una pieza. Además se ha llevado a cabo una inspección previa de las viviendas situadas en la ladera de la sierra para que una vez terminada la infraestructura se compruebe su estado para conocer si han sufrido algún. Pese a todas las prevenciones Adif se cura en salud sobre la posibilidad de posibles desprendimientos recordando que ya se producen de forma natural, incluso afectando a diversos puntos del casco urbano.