Las tensiones entre las tres empresas que componen la adjudicataria de la recogida de basura y limpieza viaria en Orihuela han sido constantes desde que se inició la contrata, el 1 de mayo de 2009, pero se han intensificado en las últimas semanas, según diversas fuentes consultadas por este periódico. De hecho, ayer hubo una reunión en la Alcaldía a petición de una de las tres empresas, Sufi, y que tenía como trasfondo la confrontación existente y el hecho de que se pueda llegar a romper el acuerdo en los próximos meses. Nadie del equipo de gobierno quiso realizar ayer declaraciones sobre este encuentro.

En un frente se sitúa Gobancast y Liasur, y en el otro Sufi, una división de la multinacional Sacyr. Como trasfondo, la disputa empresarial por hacerse con el control total de la concesión y saber qué opina el equipo de gobierno si algo así ocurriera. El contrato municipal supone 9 millones de euros anuales de canon.

Gobancast y Liasur quieren soltar amarras y echar de Sufi. Y Sufi quiere hacer lo propio y desprenderse de sus dos socios en la adjudicación, hasta el punto que un exgerente de Sufi llegó a declarar hace unos meses, en el marco del caso Brugal, contra de los intereses de Gobancast y Liasur y avaló las tesis policiales que sitúan al empresario Ángel Fenoll como propietario último de ambas empresas, y por lo tanto, el supuesto amaño de la contrata. En un principio, este desencuentro, no está afectando al día a día del servicio.

A dos bandas

Sufi estaría apostando a dos bandas en su relación con el Ayuntamiento. Por un lado, llegaría a plantear rescindir el contrato por no poder sostener el servicio tal y como está planteado, y por otro, trabaja para intentar realizarlo en solitario, con la ventaja "política" para el equipo de gobierno de izquierdas y centro de desprenderse del empresario Fenoll, con el que el equipo de gobierno del PSOE, CLR y Los Verdes debe tratar pese a ser, según sus reiteradas declaraciones durante años, la supuesta representación de la corrupción ligada al Partido Popular.

No es una operación fácil. Si Sufi se hace con todo el servicio la primera reacción del empresario Ángel Fenoll, que sigue negando cualquier relación con Gobancast y Liasur, sería situar por las nubes el precio de eliminación de los residuos que le llegan desde Orihuela a su vertedero de La Murada. Algo que haría insostenible una contrata que ya está lastrada por los problemas de deudas millonarias con el Ayuntamiento en tiempo de crisis.