"Sí, está muy bonito, pero aquí lo que hace falta es mantenimiento. Si no, dentro un mes estará otra vez igual". Eso le reprochó una vecina a Pablo Vidal, concejal de Infraestructuras de Orihuela, en el barrio de San Antón mientras visitaba ayer algunas mejoras en el parque y la pista deportiva. Y es que la zona es un pozo sin fondo de reclamaciones que vienen del pasado mandato y que ahora el Ayuntamiento ha empezado a escuchar, pero los residentes están escarmentados de inauguraciones que después no tienen continuidad, según señalaban a este diario, y lo que quieren no son grandes obras sino mantenimiento.

Renovar el asfaltado, recuperar el riego tradicional de El Palmeral Histórico, colocar porterías en la pista de fútbol... Son tareas que ya se han ejecutado o se están ejecutando, aunque quedan algunas deficiencias palmarias que se prevé abordar en los próximos meses. Es el caso de la falta de alcantarillado en una docena de casas en varios puntos del barrio, viviendas que aún vierten a fosas sépticas pese a que los vecinos sí pagan su cuota de alcantarillado y el canon de saneamiento.

Vidal aseguró que ya está estudiando un proyecto para llevar este servicio básico al Camino de la Cruz de La Muela, aunque no concretó plazos ni presupuestos. Allí residen Miguel Portugués y Mercedes Martínez, que se quejan de una duplicidad de gastos porque también tienen que costearse dos veces al año el vaciado de sus pozos ciegos. Al menos ahora, aseguran, el Ayuntamiento les ha informado de que -ya que están pagando tasas por servicios que no disfrutan- si llaman a "Aquagest" se les vaciará gratis. Algo es algo, reconocen, admitiendo que el barrio por fin se siente al menos escuchado.

Lista

La Asociación de Vecinos Plaza Ramonet, de reivindicaciones muy activas la pasada legislatura, sigue leyéndole su lista de quejas al concejal de Infraestructuras (antes Manolo Abadía -PP-, ahora Pablo Vidal, de CLr, partido que llevaba en sus listas a uno de los cargos de la asociación). Ayer estaban orgullosos de mostrar cómo una veintena de usuarios de un taller de empleo y formación del Servef se está dedicando a desbrozar la bajada de la sierra, "una limpieza como nunca antes habíamos visto", sostenía el presidente de la asociación, Jesús Botella. Otro vecino lo confirmaba: "Tengo 56 años y desde que tengo uso de razón no he visto el barranco tan limpio".

Contenedores llenos de podas, kilos y kilos de paleras secas que ya no serán refugio de ratas, escombros de obras, chatarra oxidada... hasta maletas o piezas de coches. De todo está saliendo del fondo del barranco. Toneladas que se han acumulado a lo largo de décadas y que aumentaban el riesgo de incendio o de ser arrastradas hacia las casas por torrentes de agua. Ahora sólo se trata de mantenimiento, reiteraban ayer.

insalubridad

Retiran decenas de paleras secas

Los vecinos de San Antón llevan tres años viendo cómo la plaga de la cochinilla (una especie de mosquito pequeño que sale con el calor de larvas blancas) arrasa por completo las paleras o chumberas de la sierra. El problema no es paisajístico ni de protección del medioambiente, pues estas plantas no son autóctonas de la zona (de hecho están catalogadas como invasoras por la Generalitat, y por ello la Conselleria no ha movido un dedo para erradicar la plaga que las destruye). La cuestión es más bien de insalubridad, pues según los residentes el hecho de que las paleras se secaran ha atraído a ratas "como conejos" que se cuelan en sus casas en busca de comida. Antes, dicen, se alimentaban de los higos chumbos, pero en tres años no se ha visto a las paleras dar fruto. "Mi padre vivió 40 años de vender higos, imagina lo sana que estaba antes la zona", subraya un vecino. E. G. B.