Dos camioneros de Almoradí que efectuaban una ruta por carreteras polacas denuncian que fueron retenidos por unos supuestos policías durante dos días en el interior de su camión en una especie de descampado y vigilados por perros.

Fueron parados en un control fijo en un control fijo. Siempre según su testimonio, varios supuestos agentes que portaban placas identificativas de la policía comenzaron a solicitarle algunos papeles y registraron tanto la carga como la cabina. Tras algo más de media hora se les dirigió a una garita fija que había en la carretera y les comunicaron que iban a ser multados con unos 1.300 euros debido a un error registrado en el tacógrafo. Ambos camioneros intentaron explicarles que ese error de tiempos en el tacógrafo estaba registrado con una anterioridad superior a veinte días y que no había sido bajo su conducción, algo de lo que se hizo caso omiso.

Tras retirarles los carnets de conducir les presentaron una serie de documentos, los cuales insistieron en que firmaran. Los camioneros, que desconocen el polaco, se negaron inicialmente a firmar. Esta negativa inicial se fue suavizando mientras les daban a entender que si rubricaban continuarían su ruta y les dejarían terminar los diferentes papeleos a través de empresas gestoras cuando volvieran a España. Les llevaron a un parking que era en realidad un descampado que, aparentemente, hacía las funciones de desguace y retén de la grúa e inmovilizaron el camión en el que viajaban colocando una grúa en la parte delantera y otra en la trasera. Les obligaron a entrar en la cabina del camión y les dijeron que no salieran, ya que mientras estuviera cerrado el local habrían perros sueltos en las instalaciones.

Así pasaron dos días consecutivos, en los que no pudieron salir de la cabina más que en las horas en las que había gente trabajando debido a la presencia de estos animales que en algún intento de salir estuvieron cerca de atacar a uno de los camioneros. Fueron comiendo de las propias provisiones y en ningún momento perdieron el contacto con la empresa en España, que intentó realizar gestiones con la propia policía y a través de la embajada.

Tras casi dos días de negociaciones entre camioneros, empresa y los supuestos miembros de la policía polaca que "retenían" a los españoles llegaron a determinar el pago de 1.750 euros en concepto de multa. La Policía se limitó a asegurar a la mercantil que era una "situación normal". Este pago, que la gente que les retenía se negó a que se realizara a través de tarjeta o transferencia bancaria, como es común en estos casos, se hizo en efectivo gracias al traspaso de una oficina de envío de dinero, que los garantiza en efectivo. A cambio del envío la empresa desde España tan sólo recibió una hoja escrita a mano como recibo. Tras largas horas de espera recibieron autorización para irse mientras "la policía se repartía el dinero riéndose de nosotros", según el testimonio de uno de los camioneros que adjuntaron la documentación sobre este episodio a este diario.

La empresa de transportes que tuvo que afrontar el pago y que prefiere mantener el anonimato tiene previsto comprobar la veracidad de la sanción presentada, así como recurrirla y estudia la posibilidad de denunciar ante las autoridades con la esperanza de que "este tipo de atropellos, más habitual de lo que parece, no vuelvan a producirse ante la mirada cómplice de la policía de un país que ingresó en 2004 en la Unión Europea".