Llaman a la puerta. Un amabilísimo hombre de unos 40 años, de aspecto alemán o escandinavo con el pelo claro se presenta en perfecto inglés: Es su nuevo vecino, le da la dirección y le cuenta probablemente que es de Hanover, a menudo se llama Martin. Después le expone que o bien ha perdido las llaves o le han robado en casa, y que el cerrajero le pide 624 euros para cambiar todos los cerrojos de la vivienda. Su problema es que el cajero sólo le permite sacar 600 euros y el cerrajero cobra por adelantado, ¿sería usted tan amable de prestarle los 24 euros que le faltan?

Pues no lo haga, no se los preste. Es, casi con toda seguridad, el hombre que ha venido estafando a un número indeterminado de vecinos de Villa Martín, en Orihuela Costa. Sepa que otra señal es que suele agradecer el gesto invitándole a su casa a tomar una copa. Está ansioso por conocer al vecindario.

La asociación Vecinos Colaborando, integrada sobre todo por residentes extranjeros que se organizan para vigilar sus barrios y residenciales en Orihuela Costa, alerta a sus miembros con circulares en inglés y alemán de que este personaje, que va variando su versión a medida que se crece como actor, operó en la zona a principios de año y ha vuelto.

Chris Poole, presidente de Vecinos Colaborando (una organización de voluntarios que mantiene contacto con la Policía Local, informa de cualquier sospecha de los residentes y difunde los consejos de los agentes), sostiene que "su historia es que él y su mujer acaban de llegar a España y se han instalado en un apartamento cercano -siempre da la dirección de una vivienda cerrada-, pero se han ido a comer y cuando han vuelto les habían robado", de este modo logra la empatía de los residentes extranjeros que ya llevan un tiempo en España y quieren ayudar al recién llegado. "Ha estado llamando a puertas en Villa Martín pidiendo dinero, y lo que hace no es un delito según las leyes españolas (por la cantidad que solicita, y porque la pide prestada)". Poole sostiene que también suele pedir cantidades algo más altas, de entre 30 y 50 euros. "Otra historia es que necesita llegar a la embajada alemana en Alicante con sus hijos y pide dinero para el trayecto".

"Pickpockets"

Por otro lado, Vecinos Colaborando insiste en el recurrente tema de los "pickpockets". Los carteristas y ladrones de bolsos están funcionando en Orihuela Costa en grupos de tres o cuatro, asegura Poole: Uno coge lo que le interesa y entre el resto del grupo se van pasando el botín hasta que el último se marcha. Si la víctima se da cuenta, ellos ya pueden ser registrados: no tienen nada que no les pertenezca y exigen una disculpa. "En bazares chinos y establecimientos en los que no hay mucho espacio les resulta más fácil, igual que en mercados", advierte, y recuerda que la Guardia Civil de Torre de la Horadada dispone de un traductor de 9.30 a 14.30 horas entre semana.