La Fundación Accede de Torrevieja celebró ayer una jornada de trabajo con los administradores de fincas colegiados para concienciarles y darles herramientas para mejorar la accesibilidad de sus edificios, dado que según una estimación de la entidad son más del 85% los inmuebles de la localidad inaccesibles para las personas con movilidad reducida. Según explica la presidenta de Accede, María Eugenia García, el estudio se hizo en el centro de la localidad y los datos se han extrapolado al resto del municipio.

Así, sólo con recorrer las calles del casco urbano se puede apreciar cómo muchas de ellas están inclinadas hacia el mar y los comercios y entradas a viviendas salvan la pendiente con uno o varios escalones que a menudo resultan impracticables con una silla de ruedas, que obligan a quienes empujan carritos a pedir ayuda para entrar al local o que suponen un verdadero obstáculo para personas mayores. Y es que esos escalones son una de las barreras más frecuentes con las que se encuentra un discapacitado cuando pasea, pero los problemas persisten para entrar a una vivienda, acceder a un restaurante o hacer cualquier tipo de trámite en un despacho.

Sesión

La sesión de trabajo de ayer trató de informar a los administradores de fincas de las ayudas y subvenciones que hay disponibles para mejorar las condiciones de las viviendas. Y no se trata de hacer la vida más fácil a una minoría: Según los cálculos de la Fundación Accede, se vería beneficiada de forma directa el 40% de la población. Y el 100% puede verse obligado en un momento dado desplazarse en silla de ruedas, con bastón o muletas.

Más de una veintena de administradores participaron ayer en el encuentro. Repasaron normativas y recibieron consejos para "auditar" sus propios edificios, atendiendo por ejemplo a que las piscinas tengan rampas y no sólo escaleras; a que los timbres, interruptores y alarmas de incendios estén a la altura de una silla de ruedas; o a que las puertas de emergencias no sean muy pesadas. Aunque hay normativas y ordenanzas en este sentido, María Eugenia García recordó que muchos edificios tienen más de dos décadas y no han sido adaptados. Aún así, tampoco los nuevos cumplen siempre: "En cuanto hay un escalón de 20 centímetros es una barrera infranqueable. Y si no, prueben a sentarse en una silla de ruedas y recorrer la ciudad", explicó.