Rafal es el único de los 27 de la comarca en el que los socialistas le han ganado la partida al PP, por el camino directo, con mayoría absoluta, pasando de la oposición al gobierno.

¿Cuáles han sido las claves del éxito electoral?

Somos una lágrima roja en una marea azul. Pensábamos que el tercer partido (un independiente) nos podía restar votos porque lo apoyaban muchas familias de socialistas de Rafal. Nuestra actitud ha sido de respeto absoluto hacia la decisión de ese partido y nos ha favorecido. El PP era el enemigo a batir. Ha sido una campaña larga. Hace cuatro años perdimos. Fue una debacle. No nos lo creíamos. Imagino que en el PP se sentirán igual ahora. Comenzamos a trabajar desde ese momento para unir a la familia socialista. La hemos unido y hemos hecho una oposición constructiva, aunque yo no estaba en el pleno o hemos informado con boletines periódicos a los vecinos. En realidad llevamos un año de campaña. Yo nací en Cox y, aunque llevo 25 años en Rafal, mucha gente me conocía sólo como marido de mi mujer. Hemos conseguido que me conozcan como Manuel Pineda y hemos escuchado a la gente y sus problemas.

¿Y las prioridades?

La prioridad es el trabajo. Vamos a analizar la situación del Ayuntamiento, la económica. Es un pueblo muy azotado por la crisis porque el motor de la economía era la construcción. La actividad conservera se ha reducido desde hace un año a una empresa, aunque de éxito. Pero nos planteamos de qué manera se le puede ayudar a la gente, en la medida de los posible. Los presupuestos están aprobados desde diciembre. Trataremos de hacer recortes de la partidas más superfluas y lo dedicaremos a las personas más necesitadas, parados de larga duración y familias en las que todos sus miembros están sin trabajo. Queremos escuelas taller de formación en otras actividades distintas a la construcción, recepcionar el polígono industrial -pendiente desde hace 4 años por un problema con el suministro eléctrico- y modificar las condiciones del sector sur residencial para hacer más atractivo y ventajoso para los propietarios el desarrollo de viviendas. No hay dinero en el Ayuntamiento. Es un mandato para estar con las personas. Para ayudar a las personas. Escucharlas y estar con ellas. Ilusionar a la gente, ayudarla y esperar a que vengan las vacas gordas. Otra cosa no nos queda".

Otros alcaldes de la comarca hacen compatibles ingresos de sus negocios y nóminas municipales. Su situación personal le obligaría a escoger el sueldo que podría fijarse en el Ayuntamiento o su actividad como médico. ¿Se dejará el trabajo en el centro de salud?.

Rafal es un pueblo pequeño. Yo tengo media jornada libre. Puedo trabajar por la tarde. Atenderé el Ayuntamiento por la mañana y luego iré al centro de salud por la tarde. Yo no puedo cargarle el sueldo al Ayuntamiento y al pueblo. Miraré otras situaciones. Mi familia tiene que seguir comiendo, pero desde luego no estoy en el Ayuntamiento por el dinero.

¿Cómo se puede explicar la derrota del PP?

El PP tenía una situación privilegiada al gestionar los fondos de los planes Confianza y de Zapatero, con millones de euros... Pero planteó obras de gran envergadura en las que no podían trabajar empresas del pueblo, al no estar calificadas, cuando a muchas les hubiera venido muy bien. Los trabajadores del pueblo en paro se paseaban y veían a los de fuera trabajar mientras ellos pagaban impuestos. En diciembre las arcas municipales sólo contaban con 100.000 euros. No ha sido esa una buena gestión para Rafal.