El Partido Popular parece que ya no toca el techo en la mitad de municipios de la Vega Baja a tenor de los resultados electorales del domingo. El hecho de que haya logrado más votos, alcaldías y concejales que en 2007 no encubre más que otra realidad: el porcentaje de votos tiende a estancarse o a reducirse con datos que son muy significativos.

El más llamativo puede ser que en uno de los municipios donde sigue subiendo no sólo en votos (600) sino en porcentaje (0,6%), es Orihuela, donde a la postre ha perdido dos ediles y con ello la mayoría absoluta. Es decir, Mónica Lorente fue alcaldesa en 2007 con el 44,76% del electorado y el pasado domingo, logrando el 45,36%, ya no la tiene. ¿Por qué esto es así?, por la polémica Ley d'Hont.

La fórmula electoral, curiosamente, también puede tapar realidades de signo distinto. Es el caso de Torrevieja donde Eduardo Dolón se ha llevado uno de los descalabros porcentuales más importantes de toda la comarca, pese a que ha ganado un concejal más (pasa de 14 a 15, si bien es cierto que el Ayuntamiento también crece de 25 a 27 ediles).

Curiosamente el éxito de Dolón en las urnas ha sido perdiendo votos con respecto a 2007; concretamente, 188; y, lo que es peor, con una importante caída de porcentaje de votos 53,04 al 47,52%; es decir, un 5,52% menos de sufragios. Estos, al parecer, habrían ido a parar a APTCe, que se ha convertido en la tercera fuerza en la ciudad, con cuatro concejales, a poco más de 1.100 del PSOE que se queda en seis.

Si se ven las cifras de las dos grandes ciudades llama la atención que Lorente haya perdido la mayoría absoluta con un 44,76% de los votos (12 de 25 concejales) y que Dolón, con un 47,52% haya conquistado 15 de 27. Casi se tocan en porcentajes y su futuro es muy distinto.

El análisis de la realidad del PP en este granero de votos que ha sido históricamente la Vega Baja debe ir más lejos porque ciudades tan importantes como Almoradí, Algorfa y Callosa de Segura (cuna las dos primeras del campismo y la tercera del ripollismo) han mantenido las mayorías holgadas, pero perdiendo hasta el 11,98% de votos, caso del municipio que seguirá gobernando Antonio Ángel Hurtado o "sólo" un 4,4% para el callosino Javier Pérez; mientras, Antonio Lorenzo Paredes ha caído un 8,6% en votos.

Situación

Peor es la situación en la que se encuentran otros municipios dominados por el PP, como Catral, donde ha pasado Aurelio Albero de controlar casi la mitad del voto (48,3%) a perder un 4,5% (se queda en 6 concejales) y complicarse de forma muy importante la renovación en el cargo, que está en manos de los tres partidos de la oposición (siete ediles). Una explicación está en que el expopular Pedro Zaplana le ha quitado tres ediles con APC.

Y no es el único lugar donde las diputas internas entre los populares amenazan su supremacía. Otro ejemplo es Bigastro donde, pese a la campaña de descrédito y denuncias que costó la Alcaldía a José Joaquín Moya en 2009, los populares han perdido 4,7% de porcentaje de voto que han ido a parar a otro "enfadado" con el partido: Aurelio Murcia, a quien la dirección provincial invitó a marcharse, él fundó UNPLC y en dos meses le ha "robado" el 19,7% de los votos -dos concejales- y, probablemente, la Alcaldía.

Mención aparte es Dolores, también con una antigua "batalla" entre populares y que registra un brutal descenso de 12 puntos -58,4 al 46,3- que le costará la Alcaldía, al igual que en Rafal donde ha perdido 7,8 puntos en beneficio del PSOE (su único triunfo en la comarca), que se la lleva con mayoría absoluta. En algún pueblo pequeño, caso de Formentera del Segura, el PP seguirá mandando, pero también con retroceso porque ha pasado del 57,5 al 52,2% de los votos.

El PP sigue ganando alcaldías al PSOE y concejales por dos motivos: por la debacle socialista y por el aumento de ediles en varias corporaciones (Rojales, Torrevieja, San Fulgencio,...). Ahora bien, otro fenómeno que se está dando y que es debe tener en cuenta porque va en su contra es el de la irrupción de terceros partidos, en su mayoría independientes, en toda la comarca y que van a decidir un tercio de alcaldías.

Ya no sólo hay formaciones de "rebotados", del PSOE o del PP, sino de partidos nacionales con menor envergadura (IU o LV) y de vecinos que van por libre porque suman importantes porcentajes de votos.

Son los casos de Jacarilla, donde ADJ y G de J contabilizan casi el 42% de los sufragios (aunque sin mayoría); San Fulgencio, que tiene a APSFU y PIPN quitando a los grandes partidos el 27%; Benijófar, con un 12% y decidiendo alcalde; Pilar de la Horadada, con un 23% entre Unión Pilareña y A.I.H.; o Rojales, donde el Pader, con sólo el 12% de los votos decidirán también quién es el nuevo regidor. En Catral, pasa lo mismo con Socialistas por Catral y Agrupación Popular de Catral, que suman 46%; en Daya Nueva, con UPDN, y su 38,2% de votos; y en Orihuela, con CLr y Los Verdes (25%).

Por último, en Torrevieja donde APTCe y Los Verdes alcanzan el 23%, aunque aún no ponen alcalde.

Los populares mejoran y mucho allí donde hasta ahora mandaba el PSOE

El PP sí mejora resultados, y mucho, en ciudades que hasta ahora gobernaba el PSOE. Son los casos de Guardamar, donde Carmen Verdú suma el 51,9% de los sufragios, subiendo desde un 46,8 de 2007. Y registra las subidas más espectaculares en dos municipios socialistas que han tenido ediles imputados, como son en Redován donde sube casi 19%, desde el 46,4 al 63; y en San Fulgencio, donde pasa del 21 al 42% de los votos y de tres a ocho ediles.

Otra subida importante la ha registrado en Benferri, casi 13% y continúa con mayorías cómodas y que siguen creciendo en otros municipios pequeños como Cox (está en el 69,4%), Albatera (donde crece hasta el 54,9), Benejúzar (donde aumenta cuatro puntos y alcanza el 52,5%).