Asegura que será sordo a los cantos de sirena de Mónica Lorente, es más, que no quiere ni oir hablar de contemplar una opción de pacto para darle la Alcaldía al PP. Pero por el otro lado, sólo con cuatro concejales de 25 que tiene el pleno, Pedro Mancebo quiere ser alcalde de Orihuela sí o sí. Y según lo plantea, aunque insiste en que "vamos a hablarlo", no tiene intención de negociar esa cláusula del contrato con Los Verdes y con PSOE, las otras dos piezas de ese "tripartito" que suma 13 concejales. Sus argumentos son sencillos: El regidor tiene que ser él porque es el único que ha subido en número de representantes en el pleno (de uno a cuatro), porque es la coalición CLr-Claro la que le ha "quitado" al PP los dos concejales que ha perdido y con ellos la mayoría absoluta, y además no puede ser la socialista Antonia Moreno porque ha bajado (de siete a seis, el otro que él ha ganado).

Para Pedro Mancebo "la tranquilidad del trabajo que se ha realizado y la confianza que depositamos en los partidos de centro que se unieron a este proyecto, nos dan la dimensión de un hecho histórico para Orihuela: Después de 27 años hay posibilidades de que el Ayuntamiento trabaje con honradez, eficacia, transparencia... pero sobre todo con diálogo, con negociación y con acuerdos beneficiosos para todos los oriolanos". De este modo, el líder de CLr-Claro dejaba ayer patente que el "tripartito" no está firmado a favor de Antonia Moreno y que no se puede dar ni mucho menos por hecho.

Coherencia

Aunque añadió que "por nosotros no va a faltar buscar ese futuro de progreso", avanzó que "vamos a mantener la coherencia con los últimos cuatro años y con la campaña. No hemos cambiado un ápice nuestro discurso". En este sentido, detalló que "dije que me presentaba para ser alcalde y que la Alcaldía no se la iba a dar a nadie más que al pueblo de Orihuela. Creo que es el momento de dejar de lado las ambiciones personales y las ilusiones por ser alcalde o alcaldesa y trabajar para que ahora el partido que representa de verdad los intereses de todos los ciudadano -de derecha, de izquierda y de centro- gobierne con todos los apoyos del resto de partidos. Esa es mi condición y por eso vamos a trabajar".

Así, lo que parecía ser una entente a tres bandas cantada no está ya tan claro. Mancebo reconoció ayer que "no hemos tenido conversaciones. Anoche (por la del domingo) fueron todo muestras de alegría para disfrutar de algo histórico. Las conversaciones por supuesto se van a producir. He demostrado ser un político dispuesto y capaz de dialogar y de llegar a acuerdos beneficioso para Orihuela". Como ejemplo puso la propia coalición con Claro, que se ha demostrado a su juicio una de las claves de la victoria.

Reafirmarse

Mancebo cargó de nuevo las tintas contra Mónica Lorente, y reconoció que está cansado de tener que reafirmarse en que no le devolverá el gobierno local. "Hemos venido manteniendo que el partido de Mónica Lorente era perjudicial para los oriolanos, que no era la gestora adecuada, y que con la política que estaba siguiendo el PP de Orihuela en estos momentos la ciudad iba a sufrir un retroceso económico, social y cultural". Así, se reafirmó en sus argumentos de la noche electoral y dijo que "creo que Mónica Lorente debe dimitir de manera inmediata al frente del PP de Orihuela por perder las elecciones, pero perder la mayoría y porque sería su único gesto loable de los últimos cuatro años".

Con todo, lo que queda por ver antes del 11 de junio (la fecha en que se constituye la nueva corporación) es si esta exigencia de Mancebo de ser alcalde "rompe la baraja" y devuelve a Lorente la vara de mando, aunque sólo sea para gobernar en minoría.