Más de un millar simpatizantes se dieron cita ayer en el mitin de cierre de campaña del Partido Popular en la plaza de la Constitución de Torrevieja. Fue un día "difícil" para esta formación ya que tocaba despedir al alcalde, Pedro Hernández Mateo y, al mismo tiempo, "alegre" porque el candidato Eduardo Dolón "es el futuro y el mejor alcalde que tendrá Torrevieja", valoró el presidente local del PP y primer edil. Y es que fue una casualidad que el final de esta larga campaña coincidiera con el vigésimo cuarto aniversario de Hernández Mateo como alcalde. Muchas referencias hubo a esa fecha por parte de los 30 integrantes de las candidatura que, uno a uno, tomaron la palabra en el arranque del mitin. También las hubo a la defensa de la campaña que ha hecho el PP, "respetando a todas las opciones que concurren a las elecciones, con educación" frente, aseguraron, las denuncias ante la junta electoral del PSOE y Los Verdes. "Los grandes días de Torrevieja, La Purísima siempre llora por sus hijos", rememoró Eduardo Dolón recordando el primer acto multitudinario de precampaña en los salones Bahía Costa como señal de que se va alzar con la victoria. "Los primeras días de campaña han sido muy bonitos; pero el final, ha sido difícil. Siempre llega alguien y da el disgusto. Estoy convencido de que el disgusto se lo van a llevar ellos porque el único programa que tienen es el de la pancarta", subrayó Dolón, para recordar que el candidato a la presidencia de la Generalitat, Francisco Camps se comprometió el jueves a "hacer cosas por Torrevieja. Tenemos el mejor equipo porque lo hemos aprendido del mejor alcalde que ha tenido Torrevieja", enfatizó. Hernández Mateo, protagonista del acto y quien lo cerró, insistió en que no se retira de la política, "seguirá luchando" por Torrevieja desde el parlamento autonómico, "aunque no como delantero, sino en la defensa. Me desprogramé de continuar en la Alcaldía y quiero devolver a la familia un poco de estos 24 años. He dejado gran parte de mi vida por todos vosotros", señaló.

Emoción en La Mata en su última rueda de prensa como regidor

"Es un día para quedar en paz con mucha gente. Un día para quedar en paz con Dios". Se emocionaba ayer Pedro Hernández en su visita a La Mata y se emocionaba con razón. Debe vivir el alcalde popular unos días intensos que añaden a sus últimos actos de campaña electoral la carga emotiva de despedidas y agradecimientos públicos. Y ayer eran sus fieles materos quienes, en un acto más o menos improvisado, hacían llorar a Hernández Mateo al hacerle entrega de un cuadro con la imagen de la Virgen del Rosario, patrona de esta pedanía crecida al amparo del desarrollo de su municipio matriz. Lo corroboraba el cura de la parroquia de La Mata, José Luis Arnal, quien reconoció que lo habían llamado por la mañana para la rueda de prensa.

La Mata es una pedanía que no se parece nada a la que vio aterrizar hace dos décadas a Pedro Ángel Hernández y los materos tienen un carácter que los define pronto: se enteraron de la convocatoria y casi llenaron el salón de actos del nuevo ayuntamiento "periférico" para arropar al primer edil. En las palabras de agradecimiento del alcalde, un repaso a volapié de los logros conseguidos en sus gobiernos para urbanizar y dotar de servicios a esta población, que tan bien supo siempre corresponderle convirtiéndose en sementera de votos para Pedro y para el PP. Matero también es uno de los ediles más longevos de los equipos de Hernández, Gil Rebollo y en este mandato se ha ocupado de entregar el edificio de ese Ayuntamiento del que ayer se despedía. El cuadro de la Virgen del Rosario entregado, por Enrique López Joga, quedará instalado en uno de los vestíbulos de la nueva obra. Después, Hernández Mateo, optó por hacer lo que ha hecho durante años. Visitar las obras en marcha, esta vez, en La Mata. REDACCIÓN