El Ayuntamiento está trabajando ya en la elaboración del plan municipal frente al riesgo sísmico. Desde la aprobación del primer plan autonómico para afrontar estas situaciones, el 29 de abril, y tras el movimiento sísmico que sufrió la localidad de Lorca, el director general de Seguridad, Javier Mínguez se ha puesto en contacto tanto con la Dirección General de Protección Civil como con el conseller de Gobernación, Serafín Castellano, para anunciarles su intención de comenzar a trabajar ya en el proyecto.

Mínguez y varios miembros de Protección Civil han viajado a Lorca durante estos días para conocer cómo se está trabajando sobre el terreno. El responsable policial estuvo en la zona la tarde del terremoto, conociendo de primera mano la coordinación de los medios de emergencia de las distintas administraciones. Mínguez, meses antes del terremoto de Lorca, había puesto como ejemplo de instrumento técnico y legal para enfrentarse a este tipo de situaciones el que tenía aprobado la Región de Murcia y que desafortunadamente se ha puesto a prueba ahora. Para este responsable de la Seguridad local el análisis de los sucedido en Lorca es también un acto de responsabilidad y no debe alimentar el alarmismo. "Todos deberíamos saber cómo actuar ante un terremoto. También en Torrevieja. Es un hecho que es una zona de riesgo", aclaró.

La Policía Local impulsó hace un año los encuentros comarcales para elaborar planes de protección ante el riesgo sísmico en la Vega Baja, dando difusión a las medidas de prevención en municipios turísticos cuando, hasta ahora, las autoridades locales no habían querido ni oír hablar del alto riesgo sísmico que presentan poblaciones como Torrevieja y Orihuela. Entre otros motivos, por la mala publicidad que supone para la construcción y por el encarecimiento que exige del cumplimiento estricto de la normativa sismorresistente, que ahora se quiere endurecer. El plan de riesgo sísmico autonómico, como avanzó este diario el 7 de abril, sitúa a Torrevieja y a la comarca a la cabeza del riesgo en la Comunidad.

Un seísmo enraizado en la historia

El plan autonómico para dar una estructura y organización de "respuesta eficaz ante una emergencia por seísmos", algo de lo que carecía la Comunidad hasta el 29 de abril, se ha hecho sobre una escala de intensidad distinta "a la magnitud" que se suele utilizar porque tiene en cuenta episodios sísmicos de momentos históricos en los que no existían aparatos de medición.

Esa escala valora los efectos del terremoto y la forma en que es percibido por los vecinos y va del grado I al XII. El terremoto de Torrevieja y Almoradí, de 1829, se sitúa en el X.