La Audiencia de Alicante ha condenado a 16 años de cárcel por un delito de asesinato a un hombre que asfixió a su exnovia y arrojó el cadáver a una balsa de riego, en abril de 2008 en el municipio de Pilar de la Horadada, según la sentencia hecha pública hoy.

El acusado, de 34 años y origen ecuatoriano, confesó la autoría del crimen en el juicio con jurado por esta causa celebrado la pasada semana en la sección séptima de la Audiencia de Alicante, con sede en Elche.

En su veredicto, el jurado popular declaró por unanimidad culpable al procesado, para quien el fiscal rebajó su petición de pena de 20 a 16 años de cárcel tras haber reconocido los hechos.

Además de la pena de prisión, el condenado deberá pagar una indemnización de 120.000 euros a la madre de la víctima y de 30.000 euros a la abuela de la joven por daños morales.

El tribunal aprecia la agravante de parentesco, dado que el acusado mantuvo una relación de noviazgo con su víctima durante más de un año, y la atenuante de haber confesado la autoría del crimen y cooperado desde un principio con la Guardia Civil y la Administración de Justicia para el esclarecimiento del caso.

Según la sentencia, contra la que cabe interponer un recurso de apelación, los hechos ocurrieron sobre las 23:30 horas del 10 de abril de 2008, cuando el procesado quedó con la víctima, de 18 años, en un locutorio telefónico de Pilar de la Horadada con la excusa de devolverle una dinero que le debía.

Tras encontrarse, se metieron en el vehículo del acusado, un Renault Megane, y la víctima condujo en dirección al paraje "Los García" de ese municipio.

Una vez allí, el condenado pasó a la parte trasera y, de forma sorpresiva y sin que la joven pudiera defenderse, le puso una cuerda de persiana que llevaba en el turismo alrededor del cuello para apretar con fuerza hasta causarle la muerte por asfixia.

Después de comprobar que estaba muerta, le ató las manos con una brida y los tobillos con unos cordones de zapatillas, y le colocó ocho piezas metálicas con un peso total de 39 kilogramos alrededor de la cintura a modo de lastre para, a continuación, arrojar el cadáver a una balsa de riego.

El cadáver de la joven, hija única que vivía en Pilar de la Horadada con su madre y su abuela maternal, fue encontrado por el propietario de la balsa la mañana del 21 de abril de 2008.

Tras ser detenido, el acusado confesó los hechos a la Guardia Civil y relató cómo había cometido el delito, según consta en la resolución judicial.

En el fallo, el tribunal señala que la víctima careció de forma alguna de defenderse por la manera en la que se perpetró el asesinato y expone que el acusado tuvo en principio intención de eludir su responsabilidad nada más suceder el hecho, ya que se refugió en el domicilio de un amigo en Torre Pacheco (Murcia) antes de ser localizado y apresado.

Durante el juicio, el procesado solicitó perdón a la familia de la víctima y relató que decidió matar a la joven porque le "amargaba" la vida con "falsas denuncias" de malos tratos tras romper él la relación.