El presidente territorial de Caja Mediterráneo, Ángel Martínez, le entregó ayer a Manuel Jurado en el hotel Palacio de Tudemir los 5.000 euros del premio en la gala de entrega de este galardón, uno de los más tradicionales de las letras españolas y con mayor poder de convocatoria, y definió la obra como aquellas que tienen un "principio y un final duro". No en vano, relata dos historias paralelas que sólo tienen en común el hecho de que los dos personajes tienen la misma amante.

El jurado se dejó cautivar por este relato, entre los 178 presentados a esta 35 edición, principalmente, por la historia y por cómo el escritor manejaba las expresiones, dialectos y lugares. Manuel Jurado, ayer en un tono distendido, admitía que en eso les engañó, "nunca he estado allí", admitió ayer. Pero sí investigó y leyó mucha literatura mexicana para acercarse a este mundo y a sus expresiones. Al final le quedó un libro redondo que describe el mundo caribeño y donde la muerte está presente.

"La novela se presenta sola leyéndola", simplificó el autor, que se impuso por un solo voto a la argentina Mirta Cristina Pegito Betker (2.500 euros y publicación), quien presentó al certamen su novela "De los misterios del amor y otros estados".

Cuentos

Ayer Caja Mediterraneo, que tiene especial cariño por este certamen pues en sus primeras cuatro ediciones fue para cuentos y convocado por la extinta Caja de Ahorros de Nuestra Señora de Monserrate (que pasó a integrarse en la actual Caja Mediterraneo) con el objeto de recordar al ilustre autor oriolano Justino Marín Gutiérrez, más conocido como "Gabriel Sijé". Ayer se supo también que esta será la última edición que dé un accésit; de hecho, se incrementará a partir del año próximo la dotación del premio para hacerlo más atractivo. Manuel Jurado es narrador, poeta y crítico literario. Ha dictado conferencias en distintas universidades de Suiza, Alemania, Siria, Marruecos y España y publicado una veintena de libros, además de conseguir diferentes premios.

Adiós a la profesora María José Díaz de Revenga

A Manuel Ruiz-Funes, el presidente del jurado, no se le iba ayer de la memoria la pérdida irreparable el pasado mes de enero de uno de los miembros del jurado, de la profesora María José Díaz de Revenga, quien falleció después de sufrir un cáncer. Y ayer dedicó buena parte de su intervención para recordar a esta amiga y compañera que trabajó en la investigación del cancionero del siglo XIX murciano y atesoró 749 canciones populares.

Los miembros de cualquier jurado, y los del premio de novela corta Gabriel Sijé también, terminan estableciendo lazos muy fuertes después de horas de lectura y debate sobre las decenas de obras que tienen que leerse cada vez que se convoca un certamen de estas características porque, al final, sólo puede quedar como mucho uno; el mejor.