En la ciudad cuna de Miguel Hernández los vecinos de "Montepinar", que arrastran un largo conflicto con el equipo de gobierno a cuenta de lo que cuesta realmente los gastos de urbanización, se echaron ayer a la calle en una manifestación en verso y en la que se podía leer: "Lorente, no pases de la gente", "Ustedes no quieren urbanizar, lo que quieren es expropiar", "Nos llevan a enterrar, a los vecinos de Montepinar" o "Nos dieron el golpe mortal, en un pleno municipal".

Fue una escenificación que, ataúd, coronas y todo, acabó a las puertas del Ayuntamiento con la participación de casi un centenar de personas. "En 30 años el Ayuntamiento ha ingresado un millón de euros de IBI por nuestras casas y sólo tenemos cinco contenedores de basura", se quejaban megáfono en mano. La alcaldesa Lorente fue blanco de las críticas; de hecho, una de las manifestantes se puso una careta con su fotografía. Los vecinos llevan cerca de un mes de pacientes concentraciones a las puertas del Ayuntamiento y ven que como no hay acercamiento alguno con sus políticos ha llegado el momento de la movilización. Lo próximo que harán, aseguran, se verá en algún mitin popular.

"El presupuesto sólo se revisará a la baja"

El edil de Urbanismo, Antonio Rodríguez Barberá, aseguró ayer sobre este conflicto que no puede dar por escrito a los vecinos el coste final que tendrá la obra, aunque sí mantiene su compromiso de que habrá algunos trabajos presupuestados que no se tendrán que hacer y que por lo tanto no se pagarán, caso de la red interna de abastecimiento de agua. "Lo que no es negociable es que digan que sólo quieren pagar el 50%, porque son propietarios del 68% de la edificación y la urbanización G-2 abarca el 32%". Reiteró que "se cobrará por certificaciones la obra hecha, y el presupuesto sólo se revisará a la baja".