Los pescadores con caña pudieron ayer disfrutar de su afición en el puerto y en las inmediaciones de la lonja de Torrevieja. Ubicaciones en las que echan el anzuelo desde hace años. Estos aficionados criticaban en este diario el lunes la actitud de la Guardia Civil durante las dos últimas semanas impidiendo que pescaran.

La mediación del edil de Pesca, Eduardo Gil Rebollo, ha hecho que la Guardia Civil deje de pedir identificaciones bajo amenaza de multa. Lo que no está nada claro es el verdadero detonante de la renovada vigilancia de los agentes y la legalidad de la medida puesto que, en teoría, sigue estando prohibida la pesca en la dársena. Pero ante las peticiones de los aficionados, casi todos jubilados y que pasan largas horas en sus puestos de pesca, se ha optado por abrir la mano.

Eduardo Gil Rebollo dio a conocer ayer la existencia de un convenio de colaboración con la Generalitat desde 2000 por el que el gobierno municipal cuenta con determinadas competencias sobre el dique de Levante, dentro del puerto. Estas competencias se firmaron tras la construcción del paseo marítimo elevado. Su ámbito abarca desde el final de las instalaciones de Marina Salinas hasta la punta del faro. El Ayuntamiento realiza la limpieza y pone los aseos.