Los comerciantes de Obispo Rocamora no ven la luz al final de túnel. Las obras de remodelación del primer tramo -que va de las "cuatro esquinas" hasta el cruce con la calle Campoamor- de esta céntrica calle de Orihuela comenzaron el pasado 14 de febrero y, en teoría, deberían haber finalizado para la Semana Santa. Desde entonces y hasta ahora, los propietarios de los negocios que se extienden por la zona afectada en la primera fase, han visto como decenas de obreros levantaban la calle, unos pocos menos continuaban las obras y ninguno trabajaba en ellas durante semanas.

Por sí solas las obras ya son un trastorno para los comercios, pero el retraso en la ejecución de las de Obispo Rocamora está provocando pérdidas de hasta el 50 por ciento en algunos negocios, según manifestaron ayer los propios afectados. A algunas tiendas, como una papelería y una tienda de ropa, la reforma de la calle les ha pillado en plena campaña de comuniones, en la que no han podido "colocar" el "stock" adquirido para la ocasión.

Los afectados registraron un escrito en el Ayuntamiento el pasado 12 de abril en el que solicitaban una reunión con el concejal de Comercio, Manuel Abadía, para conocer el estado de las obras, ya que los operarios llevaban tres semanas sin aparecer. El edil visitó a los comerciantes al día siguiente y les aseguró que "tres o cuatro cuadrillas trabajarían a destajo", según los empresarios, hasta concluir el proyecto, cuyo final lo marcó para el 30 de abril.

Ayer, cuatro obreros trabajaban en la calle Obispo Rocamora y "hay días que ni aparecen", señalaron dos de los comerciantes de la calle. "Nos sentimos engañados", indicaron. Y es que las obras de esta calle, financiadas a través del Plan Confianza de la Generalitat con algo más de 600.000 euros, tienen un plazo de ejecución de ocho meses. Para evitar molestias a los conductores, los trabajos, que afectan a medio kilómetros de calle, se dividieron en dos tramos. Tres meses después del comienzo de las obras, los primeros 100 metros están sin acabar.