Los vecinos de Desamparados exigen a Adif que regule el tráfico de vehículos pesados

Y es que algunos habitantes de esta pedanía han visto como las grietas aparecen en las paredes de sus casas, mientras otros ven como desaparecen trozos de balcón o las conducciones que evacuan el agua de la lluvia de las terrazas. De este modo, la onda expansiva de las obras del AVE llegan más allá de los 40 metros de radio previstos por el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif). Antes de comenzar los trabajos, esta entidad realizó la preceptiva inspección de edificios por la cual se certifica el estado actual de las construcciones que están a menos de 40 metros del futuro trazado. Así, Adif podrá comprobar los efectos del paso del tren en el futuro, si es que los hubiese, y pagar las correspondientes indemnizaciones a través del seguro contratado.

Sin embargo, las viviendas de los vecinos que ayer se concentraron en los Desamparados están a unos 700 metros del trazado de la vía. Y, aunque la circulación del ferrocarril influirá poco en el estado de sus casas, la construcción de la vía les está causando más de un problema.

A los daños en las casas, se suma la rotura de aljibes y canalizaciones de riego subterráneas, así como desperfectos en las huertas que se extienden alrededor de la pedanía. Maseguesa detalló que un grupo de vecinos se puso en contacto con Adif para instarle a que busque una solución al tránsito de camiones por el centro del pueblo. "Ha habido contactos, aunque pequeños. Nos han tranquilizado y nos han pedido que mandemos un listado con las viviendas afectadas", detalló este vecino. Aún así, los afectados exigen una respuesta por escrito que les garantice la reparación de los daños y que los camiones circulen por los caminos dispuestos para la ejecución de las obras.