Intenso pulso de fuerza en el primer sábado de campaña en la Vega Baja entre populares y socialistas.

Una «pelea» electoral cuyo primer round, si lo resolvemos por número de asistentes, se lo adjudicó el PP que aunque no logró llenar el Auditorio Palacio de la Música (con un aforo de 1.500 personas) sí congregó a más de un millar de simpatizantes.

Mientras, el PSOE consiguió colgar el cartel de completo en el Centro Cultural Virgen del Carmen, pero éste cuenta con una capacidad bastante inferior (320 butacas) lo que provocó que unas 50 personas tuvieran que seguir el acto de pie.

El «cartel» de la tarde era también muy distinto. Por un lado, la ministra Leire Pajín y el secretario general del PSPV y candidato a la Generalitat, Jorge Alarte, arropando la candidatura municipal socialista que encabeza Ángel Saez, un hombre que se sabe y se siente respaldado por la ejecutiva regional y provincial, lo que no ocurría en las filas socialistas torrevejenses desde hace ni se sabe. Y, por otro, Gerardo Camps, vicepresidente del Consell en su primer mitin como número dos de la lista autonómica por Alicante -muy arropado quizás por ese segundo puesto al que no estaba acostumbrado-, y sus compañeros de lista; el vicesecretario del PPCV, David Serra, y el alcalde de Torrevieja, Pedro Hernández Mateo, además del alcaldable, Eduardo Dolón y su equipo.

El único denominador común entre ambas «faenas» fueron la cantidad de puyas que lanzaron hacia una y otras siglas, y el llamamiento a las bases para atraer y movilizar el voto. En el caso de Dolón para conseguir «los mejores resultados que el PP haya tenido nunca en Torrevieja» –Hernández Mateo está tan confiado de esta victoria aplastante que aprovechó y pidió el voto ya para Mariano Rajoy–, y en el caso de Sáez, fiel a su eslogan de campaña, porque «Ahora es el momento. Se trata de Torrevieja».

Los ánimos llegaban caldeados por las acusaciones de contraprogramación entre ambos, primero, y luego por el recurso interpuesto el pasado viernes por el PSOE para impedir que tuviera lugar la primera gran demostración de fuerza del PP -lleva gobernando 23 años el municipio-, el mismo día y a la misma hora que el PSOE arrancaba en la Vega Baja la campaña. Por primera vez, en muchos años, el gran mitin tuvo lugar en Torrevieja y no en alguno de los municipios que gobierna porque, según dicen los propios socialistas, Ángel Saéz ha limpiado el partido. Ahora hay «una lista de valientes», frente a la mayoría de anteriores candidatos «en total connivencia con el PP».

Fue explícito el candidato socialista cuando desde el escenario agradeció a Pajín el trabajo que hizo como secretaria de Organización del PSOE y también a Alarte, por su apoyo. «Ya no digo más», les espetó sin que éstos recogieran el capote en pos de la unidad del partido. Este osado candidato, que trabaja en el SAMU y proclama «honradez» a los cuatro vientos, no llegó a nombrar a Dolón porque «no es el verdadero candidato. Es el del mando a distancia», dijo en referencia a Hernández Mateo.

Pero volvamos al PP, a pesar del recurso ante la Junta Electoral de Zona y a las dudas que se volvieron a sembrar ayer mismo -el PSOE volvió a recurrir ante dicho órgano por la mañana-, éstos celebraron su mitin en el Auditorio (con una capacidad mayor que el Ada de Alicante), y por lo que allí se escuchó, más hubiera valido que los socialistas buscaran titulares criticando los autobuses contratados para llenar el mitin o la presencia de Serra o Camps en el acto porque estos entraron «a matar» y además de vilipendiarles, les acusaron de «engañar» a la Junta Electoral de Zona.

Ante un público entregado emplazaron a los socialistas a pedir a la Sociedad de Proyectos Temáticos, la Generalitat en definitiva, propiedad del edificio, que se lo cedan. Si el mitin lo hubieran organizado ellos «habrían llenado las cinco o seis filas primeros, y hubiera acabado aquí la campaña» dijo regodeándose Gerardo Camps, después de escuchar a David Serra decir que los socialistas sólo habían reunido a 180 personas en el mitin paralelo. Eso tampoco fue así.

Lo que también dijo Serra, en clara referencia a los escindidos y como aviso a navegantes, es que «han pasado muchos domingos y domingo que pasó, se fue», en referencia a Domingo Soler, anterior mano derecha del alcalde y que concurre con un nuevo partido. Torrevieja está al rojo vivo.