El secretario del Ayuntamiento de Bigastro, Antonio Saseta, y dos trabajadores municipales declararon ayer en calidad de testigos en el juzgados de Orihuela para esclarecer un supuesto delito de malversación por el uso de personal y medio municipales en la construcción de un edificio particular (un hotel rural) por parte del exalcalde socialista José Joaquín Moya. Saseta explicó que nunca autorizó, ni por escrito ni verbalmente, que los vehículos municipales salieran del término municipal o que se utilizaran dentro o fuera del horario laboral para fines privados. El funcionario agregó que estos vehículos no tenían aparcamiento municipal en el momento de la denuncia, en 2005. Saseta aseguró que el jefe de Obras le indicó que esa autorización sí la recibían los operarios municipales por parte de Moya de forma verbal. El exregidor se defendió de estas acusaciones en su declaración como imputado hace unos días asegurando que los operarios acudían fuera de su horario laboral y a título particular y nunca a trabajar en la obra.

El juez investiga ya las contratas a Nortes

El juez Carlos San Martín ha ordenado diligencias de investigación para recabar documentación sobre los contratos que el Ayuntamiento de Bigastro otorgó entre 2004 y 2008 a los empresarios Manuel Nortes y José Almarcha, quienes supuestamente regalaron al exalcalde José Joaquín Moya un Volkswagen Tuareg, al parecer, haciendo valer emisiones de pago municipales rubricadas por el propio Moya en su condición de alcalde. El juzgado intenta esclarecer el supuesto delito de cohecho con la vinculación de los empresarios con el Ayuntamiento. Moya reconoció el "regalo" en su declaración ante la Guardia Civil y el juez en 2008 como "un error" y dijo que vendió el vehículo meses después de adquirirlo. D.P.