La Casa Natal de Miguel Hernández se inauguró en Orihuela el 9 de noviembre de 2010, por los pelos dentro del Año Hernandiano, pero no ha recibido aún ni a un solo visitante porque no ha abierto sus puertas al público casi seis meses después. La explicación, según la concejala de Cultura, Pepa Ferrando (PP), es sencillamente que Iberdrola aún no ha llevado al edificio de la calle Antonio Pinies el tendido eléctrico que tiene que suministrar luz.

"Iberdrola tiene otras prioridades, aunque el Ayuntamiento sigue insistiendo", sostuvo ayer en respuesta a las críticas de la edil socialista Ana Mas, quien el martes criticó la gestión cultural del mandato que está a punto de tocar a su fin y entre otras cuestiones subrayó que la Casa Natal siga cerrada. De hecho, Mas había asegurado que "me consta que se está pagando el ascensor como si estuviera abierta al público", algo que negó rotundamente la edil Ferrando, insistiendo en que el edificio no dispone de electricidad. Por otro lado, Mas recordó que el proyecto para la Casa Natal -anunciado por primera vez en 2002- tuvo que reajustarse porque se descubrió que el solar tenía 34 metros cuadrados menos que cuando el Ayuntamiento lo compró en 2001 (se investigó si los vecinos habían invadido parte del terreno o si había un error en las escrituras).

El Ayuntamiento compró hace diez años la vivienda del número 72 de la calle Antonio Pinies, que se había construido en el lugar de la casa en la que verdaderamente nació el poeta en 1910 y vivió hasta los cuatro años. El edificio se derribó para construir uno nuevo en su lugar, y en él se va a ubicar un centro de documentación audiovisual sobe la vida y la obra del poeta y un lugar de estudio para investigadores. Acabadas las obras, en noviembre la consellera de Cultura, Trini Miró, viajó a Orihuela para descubrir la placa de la inauguración. Se anunció por aquellas fechas que la apertura al público sería el 10 de diciembre (después de que se instalara el mobiliario y se trasladara el material), pero no ha pasado un mes, sino seis, y en la Casa Natal no es posible aún encender el interruptor.