­Unos 50 socios alemanes del Grupo Independiente de Rojales (GRIP) han decidido proceder a un examen jurídico de los estatutos del partido para convocar una asamblea general que lleva años sin celebrarse. En ella se exigiría debatir «la decisión arbitraria de la junta directiva de renunciar a una lista propia para las elecciones municipales». Decisión que ha provocado la dimisión del concejal Josef Weiske como secretario general y socio fundador del GRIP. Esta formación, creada en torno a los residentes de Ciudad Quesada, es la que da la llave de gobierno al PP desde 2007.

Weiske ha explicado su decisión: «He tenido que presenciar cómo un pequeño grupo de miembros británicos de la junta directiva se fue apoderando del partido. El presidente Colin Timms se supone rodeado de enemigos y ha instalado a su alrededor un ambiente cargado de desconfianza. Ante tales circunstancias, basta echar un vistazo a la lista del Partido Popular (PP) para comprender lo que está ocurriendo: los miembros británicos de la junta directiva Silvia Pizarro, Linda Lloyd, Penélope Taylor y Charles Hudson se han repartido con el presidente los puestos prometedores. Ismael Pizarro, por su parte, aspira a un suculento contrato como asesor del alcalde», aclaró el edil.

«Son una banda»

Weiske, que ha rechazado un puesto adelantado en la lista del PP, mantiene que el GRIP ha dejado de contar con una directiva democrática: «Los socios no han tenido ni voz ni voto a la hora de decidir la renuncia a una lista. En consecuencia, ya ni siquiera podrán votar a su propio partido». Para el presidente Colin Timms la palabra «socialista ya no es más que un mero insulto» y se somete «incondicionalmente» a la política del alcalde actual, Antonio Martínez. «Ahora sólo queda esperar que esta banda fracase el 22 de mayo en su intento de repartirse el poder en el municipio. Los ciudadanos de Rojales podrán contribuir a ello votando por la lista del PSOE», subraya el concejal del GRIP.