Los muradeños se han posicionado a favor de la segregación que persigue la Asociación Murada Independiente, que iniciará el expediente antes de las elecciones de mayo. Piden la separación de la pedanía de Orihuela para mejorar su calidad de vida y la de las nuevas generaciones. Los residentes saben que sus vidas cambiarían si se convirtieran en un pueblo y tuvieran un ayuntamiento propio para gestionar los impuestos y decidir la financiación.

Este diario ha realizado un sondeo callejero a los muradeños y la mayoría quiere el divorcio. Muchas personas ofrecen su opinión pero se niegan a ser reconocidos por su nombre y apellidos o a que se les fotografíe, otras sí han querido pronunciarse.

Uno de estos vecinos, empleado en un comercio, dice que si logran ser libres podrán gestionar "mejor los recursos y crear una biblioteca o un centro social para reunirse y organizar actividades para promover la cultura". Para un trabajador de un taller de automóviles, "la separación significaría más ventajas como conseguir más puestos de trabajo con más personal sanitario, de vigilancia o de otros servicios". En el tiempo en que se realizó la encuesta, casi dos horas, no pasó ni un coche de patrulla policial. La juventud también lo tiene claro. A los estudiantes encuestados les gustaría disponer "de más lugares de ocio y actividades deportivas que no sean en el polideportivo", aunque admiten que la educación ya está bien y que "sobra con un colegio y con las clases privadas que se imparten".

Todos tienen claro que lo principal es conseguir un ayuntamiento. La dependienta de una tienda en la Avenida de Marques de Lacy cree que "a La Murada le cambiaría la vida tener un ayuntamiento, pero antes deberían pedir infraestructuras para empezar con algo, pues si se convierten en independientes se gastarán todo el presupuesto en pagar los sueldos de los servicios que contraten". Un agente de viajes añade que los únicos recursos económicos de la pedanía provienen "de la agricultura y del mercado de los domingos".

El jubilado que está sentado en la plaza del Obispo Almarcha reconoce que, además de ahorrarse el viaje para solucionar papeleos en Orihuela, "hay ilusión por ser independientes ya que lograríamos más mejoras como un desvío de la carretera para que no pasen los camiones por la calle principal o que se quitara el vertedero". La calle de la que habla es citada Avenida de Marqués de Lacy, por donde circulan muchos vehículos de mercancías. Esta abrumadora mayoría a favor de la segregación -aunque la encuesta no tiene rigor científico- contrasta con unos resultados electorales en los que el PP, que gobierna en Orihuela, supera el 60 por ciento del voto. Los que no se posicionan es porque no son de la localidad y les da igual lo que suceda con el futuro de La Murada mientras sigan trabajando o puedan realizar sus compras.