Alberto Murcia, funcionario a del Ayuntamiento de Redován, fue sometido ayer a un duro interrogatorio para tratar de esclarecer las circunstancias en las que se produjo la falsificación de la oferta económica de un contrato que ya estaba adjudicado y las presiones que supuestamente recibió de políticos y empresas, previas a esa adjudicación y prohibidas por la legislación. La empresa Facsa, ofertó 3,3 millones de euros para quedarse con el servicio de suministro pero con el "cambiazo" esa cifra se redujo a sólo 335.000. La mercantil ha renunciado a asumir el servicio hasta que el asunto no se resuelva.

El técnico, que acudió ayer a declarar en calidad de imputado, admitió que recibió presiones de los políticos pero, matizó, no más que en otras adjudicaciones anteriores y "no las tenía en cuenta". La juez Carmen Valverde impidió que la Fiscalía Anticorrupción y uno de los abogados pudieran esclarecer la identidad de esos cargos públicos. Los informes del funcionario eran vinculantes a la hora de que la mesa de contratación adjudicara el concurso.

Cambiazo

El fiscal Pablo Romero y el abogado del concejal José Manuel Cartagena, imputado en esta causa, trataron de esclarecer la supuesta participación del funcionario en el "cambiazo" de la plica ganadora, que detectado en julio de 2010 y denunciado por la secretaria y la alcaldesa Leticia Bas (PSOE).

Murcia, tras negar que fuera el autor y asegurar que nadie se lo sugirió, dijo que "todo el mundo" conoce dónde se quedaba la llave de su despacho cuando se marcha y el concejal Pozuelo disponía de copia. También aseguró que a veces se olvidada de cerrar la puerta aunque matizó que el cambio en la plica, que no sólo fue del soporte en papel, también del formato digital en CD, exigiría del conocimiento de los archivadores y de tratamientos de textos profesionales. El CD tuvo que salir del Consistorio para ser manipulado, agregó.

Antonio García Casas, gerente de Bluesa quien fue con Acciona en UTE al concurso y lo perdió frente a Facsa llamaba a este técnico fuera del horario laboral. Murcia llegó a recibir llamadas a las diez de la noche de Casas en relación a este asunto y lo justificó asegurando que a esa hora, en muchas ocasiones, está trabajando.

Al parecer, Murcia también pudo ser presionado durante el procedimiento de valoración: "Es normal que las empresas llamen diciéndote "que mira a ver qué puedes hacer, que mire la propuesta con buenos ojos, para presionarte, pero nunca me he sentido presionado". El funcionario, que incurrió en algunas contradicciones, incluso planteó que parte de las llamadas que el registro de la Guardia Civil le adjudica las hiciera el concejal José Manuel Cartagena usando su móvil. Tanto Cartagena como la alcaldesa Leticia Bas conocían cifras sobre la oferta que iba a hacer cada empresa. Dos millones Acciona-Bluesa y 1,8 millones Facsa. En este último caso estaban en un error porque Facsa casi la duplicó.