En estas elecciones municipales el voto de los vecinos de la costa oriolana sí está en disputa. Un hecho visible en vallas en la zona del Partido Popular que ya dan por hecho que Mónica Lorente será «new mayor» de Orihuela o los de la sonriente candidata socialista Antonia Moreno. Pero también por las peleas y disputas políticas entre quienes quieren recoger esa cosecha de votos - con una improbable participación elevada, poco más de cinco mil electores, 2.500 españoles empadronados y 3.000 comunitarios que han expresado su voluntad de figurar en el censo electoral - .

Stefan Pokroppa, antiguo líder del partido independiente Claro, formación con una importante presencia de residentes extranjeros comunitarios, se pasó hace unas semanas a las filas del Partido Popular. Ayer convocó en el Ayuntamiento de la Costa a numerosos presidentes de comunidades de vecinos del litoral para abrir «cauces de diálogo» con el PP. No con el actual PP en el gobierno local sino «con el que viene».

A pesar de asegurar que era un acto vecinal al margen de la política y estar rodeado de cargos del PP afines a Lorente como el concejal José Antonio Aniorte, el edil David Costa o Manuel Abadía, Pokroppa se encontró con la oposición de sus ex compañeros de CLARO, Bob Houliston o Modesto Veloso, además de los activos simpatizantes desde hace muchos años de Los Verdes en esta zona litoral, o representantes del PSOE y el Partido Socialdemócrata (PSD);. Un vecino llamó a Prokoppa «Judas» y lo acusó «venderse» a los intereses del PP a cambio de «dinamitar CLARO». Siglas cuyo apoyo se han atribuido formaciones como la APOR de Miguel Ángel Robles sin ni siquiera conocer a sus responsables.

Muchos de estos residentes muestran su sorpresa ante la «súbita» preocupación del PP por desaguisados urbanísticos que hacen desaparecer sospechosamente calles de los mapas callejeros de la costa, estrechar viales para calzar «más casitas», o los cientos de personas que viven en adosados sin cédula de habitabilidad, y por lo tanto con luz y agua de obra. También encuentra relevante el PP ahora los incesantes problemas de seguridad ciudadana y la falta de infraestructuras como colegios de ladrillo.

Ayer mismo el PSOE denunciaba las dificultades de atención a los residentes locales por ejemplo para consultar el censo electoral y el plazo de solo cuatro días para hacerlo, lo que ya provoca largas colas.

Pokroppa, que exhibió su carnet de militante del PP desde 2004, sí obtuvo el respaldo del responsable de Vecinos Colaborando, además de recibir varias propuestas, aunque tuvo que suspender la reunión tras el aumento de la tensión. A buen seguro, los grupos políticos intentarán ahora encauzar la voluntad de estos vecinos con mítines más convencionales hasta el 27 de mayo.