Las trabajadoras de la empresa concesionaria del servicio de limpieza de parte los edificios públicos de Orihuela ya no pueden más. La mercantil Servialmasa, propiedad de la familia de Limpiezas Ripoll, debe a cada una de ellas unos 8.600 euros puesto que no les paga las nóminas desde octubre de 2009. Y por eso ayer denunciaron públicamente su situación. Según el abogado de las tres empleadas que han denunciado este hecho en el juzgado, Francisco Pertusa, las limpiadoras estaban contratadas a media jornada "cuando en realidad trabajaban a jornada completa".

Además, las trabajadoras eran dadas de baja en la Seguridad Social durante el mes de agosto, aunque seguían trabajando de manera irregular. Ante esta situación, tres de las siete empleadas que tiene a empresa han denunciado los hechos en el juzgado correspondiente, si bien no han dejado de ir ni un día a trabajar "porque la empresas podría alegar abandono del lugar de trabajo para no pagarles", explicó el letrado.

Servialmasa se ocupa de la limpieza de varias dependencias municipales y de centros escolares, así como de la Catedral y la iglesia del convento de Las Salesas.

Además, los responsables de la empresa "engañaron" a las trabajadoras en una ocasión. Las limpiadoras firmaron las nóminas bajo la promesa de que el jefe había ido al banco a por el dinero para pagarles y que volvería inmediatamente. Sin embargo, la empleadas nunca percibieron ese dinero.

El abogado quiso advertir a la empresa que se encargará de la limpieza de edificios municipales, La Generala, a partir de agosto para que no subcontrate a Servialmasa, dado el trato que tiene con sus trabajadores.

Las empleadas también han sufrido el acoso de sus jefes tras poner la denuncia. De este modo, Pertusa indicó que "cualquier llamada amenazante acabará en Fiscalía".

El letrado también solicitó que el Ayuntamiento no pague las cantidades que aún debe a la mercantil para que se pague a las trabajadoras una vez se resuelva el procedimiento judicial. "Estamos a la espera de ser citados", comentó Pertusa sobre el punto en el que se encuentra la tramitación de la denuncia.

"Nos han acosado hasta el derribo", dijo María, una de las trabajadoras afectadas, quien añadió que "cogen (los administradores de Servialmasa) el dinero para vivir a cuerpo de rey a costa de nuestros riñones". Y es que la desesperación hizo que las lágrimas se les escaparan a las empleadas en varias ocasiones. Además, llevan tres meses pagando de su bolsillo los productos de limpieza necesarios para asear el colegio de educación especial Antonio Sequeros, puesto que la encargada no se los facilita.