Centenares de menores lucieron sus mejores galas ante miles de personas que no quisieron perderse el lado más tierno de la Fiesta. La solemnidad y la inocencia de los más pequeños se entremezclaron en un pasacalles que nada tiene que envidiar a las entradas mora y cristiana que tendrán lugar en los próximos días.

En riguroso orden, las filás infantiles del bando cristiano pasearon en primer lugar según el turno marcado por la Asociación de Moros y Cristianos Santas Justa y Rufina. Las tradicionales, y cada vez más elaboradas, marchas musicales acompañaron al paso de los niños.

Además, las abanderadas y cargos infantiles de cada una de la dieciocho comparsas que constituyen las fiestas de Moros y Cristianos presidieron sus respectivos grupos.

Ilusión

La ilusión de los niños y la luz que desprendían sus trajes iluminó una noche de fiesta. Una noche que marca el inicio de los desfiles principales de la Reconquista. Así, encabezaron el pasacalles los pequeños de los Caballeros del Tadmir, puesto que la comparsa embajadora es la primera en salir a la calle.

Por parte de los moros, la comparsa Moros Escorpiones marcó el ritmo del bando de los vencidos en la simulada batalla de la Reconquista de la ciudad. Los embajadores moro y cristiano, Manuel Ferrández-Villena y José Luis Fuentes, respectivamente, salieron en último lugar, junto con la Armengola 2010, Vanessa Martínez.