Los trámites iniciados por el Ayuntamiento de Orihuela para descatalogar la Ermita de la Cruz del Fajardo, en la pedanía de Correntías, se encuentran desde ayer y por un mes en periodo de información pública, tal y como publicó el lunes el Diari Oficial de la Comunitat Valenciana. La ermita es propiedad de la Diócesis de Orihuela-Alicante y no tiene "ningún valor" patrimonial, arquitectónico o cultural, según manifestó el concejal de Urbanismo de Orihuela, Antonio Rodríguez Barberá (PP). Sin embargo, sí supone un factor de riesgo importante para el tráfico en la carretera de Correntías a Molins.

La citada carretera soporta el paso de muchos vehículos de forma frecuente y es un punto negro de concentración de accidentes, tal y como reconoció el propio edil y como otros grupos políticos han venido denunciando en nombre de los vecinos.

La ermita se sitúa justo al lado de la carretera y el riesgo de que los coches, motocicletas o camiones puedan rozar una de sus paredes no es el único problema que supone.

De hecho, principalmente es un factor causante de accidentes porque impide por completo la visibilidad en el cruce que une las dos pedanías oriolanas de Correntías y Molins, tanto para los vehículos que ya circulan por la carretera como para los que se van a incorporar a ella. En esta maniobra la única ayuda es un espejo de tráfico, insuficiente para los conductores cuando se circula a altas velocidades o cuando entran en juego motos o incluso peatones que caminan junto a la calzada, desprovista de arcén.

"En ruinas"

Pese a que el inmueble ya no está en uso (hay una nueva ermita de la Cruz del Fajardo en la partida que es la que actualmente presta servicio) hasta ahora está catalogado y protegido, y eso impide su derribo. Sin embargo, "está en ruinas y por dentro se va a hundir; no tiene ningún valor, incluso está hecha de ladrillos.

Consideramos que es el momento de descatalogarla y derribarla porque, aunque es propiedad del Obispado, no hay interés por mantenerla ni por consolidarla ni por recuperarla", en palabras del concejal Antonio Rodríguez Barberá.

Por su parte, el edil del grupo municipal de Los Verdes Manuel Culiáñez ya pidió el pasado mes de mayo una solución para la ermita, un "edificio que está abandonado a la orilla de la carretera cuya ubicación impide la correcta visibilidad de los conductores que vienen desde Correntías, lo que ha provocado accidentes de tráfico, algunos de ellos bastante graves". El partido de oposición pedía por entonces que el Ayuntamiento contactara con la propiedad de la ermita y que aprovechara también para reformar la calzada.