E.DE GEA/A.TRIVES

Después de dos años de obras los cuatro carriles de un tramo de 4,1 kilómetros de la Nacional 332 comprendido entre El Moncaio de Guardamar del Segura y la conexión con la variante de Torrevieja fueron abiertos provisionalemnte ayer a la circulación por el Ministerio de Fomento en una decisión que no estaba prevista y que sorprendió a los conductores. A esta apertura provisional de la denominada Vía Parque, que está destinada a paliar los problemas de saturación de tráfico en temporada alta, se une la ya realizada hace más de un año (inaugurado oficialmente en abril) en el tramo que discurre entre Torrevieja y Pilar de la Horadada, y a lo largo de 12 kilómetros y que atraviesa y beneficia a cientos de urbanizaciones sobre todo en el litoral de Orihuela.

La apertura del tramo entre El Moncaio y Torrevieja se hizo de forma paulatina a lo largo de la mañana de ayer, aunque antes de las 10 horas, los vehículos ya circulaban por los cuatro carriles y en ambos sentidos. Muchos conductores se sorprendieron de manera positiva ante esta situación de apertura de los viales, a pesar de que existía cierta confusión a la hora de circular. pues todas las líneas y señales que indician que la carretera está en obras aún se mantenían.

Con los cuatro carriles abiertos (2 calzadas de 2 carriles de 3,50 m y arcenes) se pretende garantizar la seguridad -se han eliminado los 6 cruces al misno nivel con rotondas- y dotar de más capacidad a este vial para descongestionar la intensa circulación que soporta esta, que se incrementa considerablemente en periodos vacacionales como el actual. La Nacional 332 soporta todos los años un tráfico de 11.680.000 vehículos con una media diaria de 32.000, según datos del Ministerio de Fomento.

Apertura total en noviembre

La totalidad del tramo de la carretera que comprende Guardamar y Torrevieja, de 9,3 kilómetros y que ejecuta Aldesa, no entrará en funcionamiento en su totalidad hasta al menos el próximo mes de noviembre, según informó en abril el delegado de Gobierno de la Comunidad Valenciana, Ricardo Peralta.

A pesar de los trabajos que ejecuta el Ministerio de Fomento en la 332, no tiene fecha de resolución, al menos de momento, la variante de Torrevieja. No han comenzado los trabajos de desdoblamiento para adaptarla a los tramos citados y evitar que se produzca un estrechamiento que afecte a la fluidez de la circulación de los miles de vehículos que la utilizan. En el caso de Guardamar-Torrevieja las obras están siendo ejecutadas y en parte abiertas, y el tramo Torrevieja-Pilar de la Horadada está abierto al trafico desde hace más de un año. Entre ambos tramos si sutúa ese "embudo de la variante". Para actuar en este tramo y proceder a dotarlo con cuatro carriles se está pendiente de la redacción del proyecto por parte de la Generalitat y su remisión al ministerio de Fomento para incluirlo en el II Protocolo de Carreteras 2010-2020 al igual que el tramo Guardamar-San Fulgencio que completará el eje de Vía Parque.

Todavía en obras

A pesar de la apertura ayer de parte del tramo comprendido entre Guardamar y Torrevieja, el resto del vial que se encuentra en obras presenta importantes problemas para la circulación. Sobre todo debido a la construcción de rotondas y del paso elevado situado en el cruce con la carretera de Los Montesinos. Para la finalización de esta última obra todavía restan algunos meses, pues en estos momentos se encuentran en la fase de contrucción de un lateral del dicho paso elevado. Así mismo el tramo de la nacional 332 en el desvió de Guardamar a la altura del polígono industrial Santa Ana presenta un estado similar al resto de tramos en obras debido a que los trabajos en este punto se demoraron ante las alegaciones presentadas por un propietario. Fomento tuvo que ocupar este suelo a principios de año requiriendo la presencia de agentes de la Guardia Civil para evitar posibles problemas con el propietario.

Los inconvenientes actuales para la circulación por la carretera 332 en los tramos en obras, sobre todo en Guardamar, se acrecentan sobre todo por la noche ante la falta de iluminación del vial y los "zig-zag" que los conductores tienen que realizar para seguir el trazado de los conos.