Tras años de concienzudo trabajo investigador en materia de revalorización de residuos, Raúl Moral asume desde la Escuela Politécnica Superior de Orihuela (de la Universidad Miguel Hernández, donde es profesor) el reto de coordinar a los investigadores de toda España. Le han escogido para el segundo puesto de mando (detrás del presidente, Joaquín Moreno, de la Universidad de Almería) y en los próximos años marcará cómo y cuándo se ponen en común los pasos que dan 350 investigadores senior, cerca de 50 grupos de investigación, 25 universidades, diez organismos de investigación y cada vez más empresas. El trabajo que les ocupa es cómo "generar productos de valor añadido estables para el sector primario" a partir de residuos orgánicos. Lo que sobra, convertido en algo útil.

¿A qué se dedica exactamente la Sociedad Científica Red Española de Compostaje?

Aglutina a todos los profesionales que investigan en el ámbito de la gestión de los residuos: Investigadores, profesores de universidad, investigadores del Centro Superior de Investigaciones Científicas, de organismos autónomos como el Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias (IVIA)... Y cada vez más empresas privadas que se unen como colaboradores.

¿Es el principal instrumento que tienen los investigadores en esta materia para poner en común sus avances?

Sí, y para ello hacemos acciones de divulgación, organizamos másteres o cursos, asesoramos al Ministerio... Se hacen reuniones periódicas para ver los avances que hace cada grupo, se montan proyectos conjuntos...

¿Por dónde van las líneas punteras de investigación?

Hay quien está valorizando las basuras de ciudad o los lodos de depuradora por ejemplo, o quien rehabilita suelos contaminados, quien elabora biogás con los residuos, también se hace metano para aprovechamiento energético... Para todo eso la Sociedad es un punto de encuentro.

¿Qué méritos ha hecho el GIAMMA (Grupo de Investigación Aplicada en Agroquímica y Medio Ambiente, dirigido por Moral) o usted para que le hayan puesto al frente de la Sociedad?

La UMH tiene el Máster en Gestión, Tratamiento y Valoración de Residuos Orgánicos, y creo que es la principal actividad que nos ha valido que nos eligieran coordinadores, porque la hemos llevado a primera división.

¿Cuáles son las responsabilidades que va a asumir?

Básicamente, coordinar las actividades de la Sociedad y ayudar a dinamizar la estructura.

¿Es el compostaje una de las claves de futuro en cuanto a sostenibilidad ambiental?

Tiene una doble vertiente, la medioambiental está clara porque los residuos hay que transformarlos en recursos para poder optimizarlos y no acumularlos, y por otro lado nos estamos poniendo de moda porque el coste energético cada vez es más elevado en los productos que se usan en agricultura. La utilización de compost tiene cada vez más adeptos por aspectos económicos, porque la viabilidad de estos materiales cada vez es mayor, su coste es menor frente a los fertilizantes minerales de síntesis. Tarde o temprano este sector tiene unas perspectivas muy amplias de crecer porque el manejo de los residuos es medioambientalmente obligado y porque económicamente cada vez trae más a cuenta.

¿Está España en buena situación en este campo?

Sí, en investigación en compostaje España siempre ha sido una de las principales potencias, porque la necesidad de materia orgánica de los suelos mediterráneos es elevada. El retorno de los residuos orgánicos a través de compost al suelo siempre ha sido necesario en el sureste español y en todos los países mediterráneos: Al estar los suelos bien aireados y la temperatura ser elevada, la materia orgánica que hay en el suelo se degrada, se gasta, y entonces hay que reponerla, cosa que no ocurre en el norte de Europa. Por eso España siempre ha tenido una posición no de liderazgo, pero sí de punta de lanza en la reutilización agrícola, en la valorización de residuos.

¿En qué está trabajando ahora el GIAMMA?

En la actualidad estamos sobre todo utilizando nuevas técnicas de análisis para estimar la dosis de aplicación de residuos para optimizar el uso de lodos de depuradoras, en concreto mediante la técnica de "infrarrojo cercano", que es barata, eficiente y sencilla para estimar los contenidos en fertilizante de los materiales orgánicos. También trabajamos en aplicación de "digestatos" (líquidos residuales después de la producción de biogás) en agricultura.