Una espectacular demostración cerró ayer al mediodía el acto de presentación de la Campaña de Seguridad para la Naútica de Recreo. La actuación más destacable fue el simulacro de evacuación de una persona herida que se encontraba en una embarcación con el apoyo de un helicóptero. Éste se había desplazado desde Valencia -donde tiene la sede- para quedarse durante el ejercicio a escasos margen del agua de la dársena portuaria y mostrar a los presentes la eficacia de los cuerpos de Salvamento Marítimo para este tipo de emergencia.

La demostración se realizó ante la atenta presencia de la subdelegada, Encarna Linares, así como de distintos mandos de la Guardia Civil marítima y de Salvamento Marítimo, y del público en general que se acercó a las instalaciones.

Con una pericia extraordinaria el piloto fijó el helicóptero sobre la embarcación de Salvamento Marítimo, donde supuestamente se encontraba el herido y desde el aparato descendió uno de los tripulantes. No fue necesario alzar mucho la vista para contemplar toda la demostración pues todo se hizo a una mínima distancia con la superficie del agua. La práctica fue perfecta y dejó a las claras tanto la gran profesionalidad de los pilotos como de los tribulantes de la embarcación de Salvamento Marítimo. Pero no quedó ahí la demostración pues del mismo modo e instantes después los tripulantes deslizaron hasta la aeronave una cesta para introducir en ella un muñeco que simuló ser una persona herida que iban a ser trasladar a un centro sanitario en tierra firme.

Todos los presentes se asombraron con este espectáculo y, en mayor medida por la próximidad a la que se encontraban del aparato. De hecho, el agua salía despedida hacia ellos por la fuerza de las hélices. Y no sólo ellos, también a los bañistas de la playa de El Acequión, que fueron testigos de primera fila. El ejercicio de rescate finalizó al cabo de quince minutos marchándose el helicóptero con el falso herido.

Pero antes de este simulacro, también se hizo una demostración de utilización de los elementos básicos que deben tener las embarcaciones en caso de cualquier imprevisto de emergencia.

Bengalas y cohetes

Entre estos instrumentos destacan las bengalas o los cohetes con paracaídas y botes de humo, los cuales se utilizan para llamar la atención de otras embarcaciones como señal de emergencia y que pueden, en un momento dado, salvar vidas humanas al ser los elementos identificativos de carácter internacional. Así, la bengala de mano desprende un destello de color rojo y es muy útil pues se puede utilizar tanto de forma diurna como nocturna. Su principal inconveniente es la duración, pues tan sólo dura algo más del minuto.

El bote de humo también es muy fácil de identificar pues desprende un denso humo de color naranja -que más contrasta con el azul del mar-. Pero está muy limitado pues sólo se puede utilizar durante las horas de sol. La gran ventaja es que dura cerca de tres minutos. Por sus características, el responsable de mostrar estos elementos explicó que el elemento más útil y eficaz es la bengala, pues "se puede ver tanto de noche como de día".

Además de los elementos que sirven para poder ser vistos por las dotaciones de salvamento y emergencia, también se hizo una demostración de la puesta en funcionamiento de una balsa salvavidas. La usada ayer no puede separarse de la orilla más de 25 millas.

Su funcionamiento es muy sencillo pues tirando de una cuerda se hincha automáticamente en sólo unos segundos. Además, está equipada con algo de comida, un poco de agua y utensilios para achicar agua, así como los elementos básicos de identificación -las citadas bengalas, botes de humo y cohete con paracaídas-. La balsa es obligatoria en todas las embarcaciones de recreo, excepto en las que trabajan o están destinadas a salir cerca de la orilla.