La nueva Iglesia de San Pedro y San Pablo fue inaugurada ayer por el obispo de la Diócesis Orihuela-Alicante, Rafael Palmero, en un ambiente multicultural como pocos, de esos que caracterizan a Torrevieja en casi todas sus facetas sociales. Y es que junto a Palmero estuvieron también el visitador apostólico para los ucranianos greco-católicos, Dionisio Lachovicz, un sacerdote casado y con familia o los religiosos polacos de la "Sociedad de Cristo para los Emigrantes". Precisamente serán estos últimos, encabezados por el sacerdote Jerzy Sowa, quienes se hagan cargo de la parroquia, en la calle Los Jazmines (tras el parque de Bomberos), y es que son una sociedad de párrocos polacos que -tal y como hicieron los españoles tras la Guerra Civil- se desplazan a los países donde se asientan sus compatriotas emigrados para que puedan mantener su fe y sus costumbres religiosas intactas.

El propio templo es un reflejo de la multiculturalidad que caracteriza al padrón torrevejense. En la nave central de esta Iglesia "de líneas sencillas y funcionales" que se asienta sobre 5.000 metros cuadrados de terreno cedido por el Ayuntamiento y que ideó Juan Ramón Pastor Molina se encuentra el altar más conocido en España, el que corresponde a la misa en la que el sacerdote "mira al pueblo".

Anexos a la nave se encuentran una sala que se cederá a los cristianos -pero no católicos- ortodoxos, y al otro lado, en dependencias independientes y que no están conectadas con la nave central se encuentra la capilla específica para los greco-cristianos. Estos últimos celebran la misa detrás de un "iconostasio" (mampara con imágenes sagradas pintadas), en un lugar donde las puertas se cierran y de espaldas.

"La sustancia es la misma"

Como explicó ayer un portavoz de la Diócesis, "dentro de la Iglesia Católica la celebración de la eucaristía o la liturgia responde a diferentes ritos. Nosotros nos guiamos por el rito latino u occidental; para otras zonas es el bizantino u oriental. Pero la sustancia es la misma". De hecho, hay muchos más ritos católicos en el mundo: "el ambrosiano en Italia, la Iglesia Copta en Etiopía, la Syro-Malabar en La India... Incluso en Toledo se conserva el "hispanomozárabe".

Cientos de ucranianos (además de centenares de españoles también) asistieron a la inauguración del templo, entre ellos la hija del sacerdote de esta comunidad, porque para ellos "el celibato es opcional. No significa que los sacerdotes se casen, pero sí se puede ordenar sacerdote a un hombre casado". Estas diferencias de forma (que no de contenido, explicaron) provienen de tradiciones seculares que se remontan siete siglos. Los ortodoxos, por su parte, se diferencian "en la comunión con el Papa; reconocen la figura, pero la audiencia se la deben a su patriarca".

El alcalde, Pedro Hernández, dijo ayer que "este nuevo templo recoge la realidad social y cultural de la ciudad" y el obispo mencionó que "aquí hay hombres y mujeres de muchas nacionalidades, ojalá se sientan todos hermanos y sepan convivir en armonía y concordia".