La plataforma ciudadana "Orihuela Sin Murallas" mantiene que el primer tramo de la CV-91 que la Conselleria de Infraestructuras ha aprobado en mayo es el mismo que generó un fuerte rechazo social en Orihuela desde que fue proyectado en 2006, el mismo al que el PP aseguró que se opondría, y contra el que la alcaldesa, Mónica Lorente, dijo que lucharía con "uñas y dientes". Por eso (y en contra de las manifestaciones del edil de Urbanismo, Antonio Rodríguez Barberá, quien dice que es un trazado diferente), "Sin Murallas" ha registrado en el Ayuntamiento para que se le haga llegar a Lorente una recopilación con las mociones que aprobó el pleno, los compromisos que firmó y las alegaciones que impulsó para que este tramo no se ejecutara.

Así le exigen que cumpla su compromiso, y le piden que presente un recurso de reposición contra la decisión de Conselleria de aprobar el tramo. La plataforma pone de manifesto que este tramo añade un desdoble que no estaba en el proyecto que pasó por exposición pública -algo que sugieren que no es legal- y que no es cierto que esta infraestructura sea imprescindible para enlazar con la futura autovía CV-95 (del casco al litoral), y además que hay otros proyectos en el cajón que solucionan la necesidad de crear una vía parque sin que vaya a diez metros de altura, sin accesos a la ciudad y a muy pocos metros de núcleos urbanos.

Los compromisos que le recuerdan a Lorente mediante el registro son una alegación institucional aprobada en octubre de 2006, otra de julio de 2009 en la que se rechaza que las infraestructuras destrocen la huerta o pedanías como el Camino Viejo, el Escorratel, Correntías y Molins, otra de noviembre de 2009 para rechazar el tramo de Orihuela a Guardamar del Segura... También se hace constar que no se ha contestado a las miles de alegaciones presentadas por vecinos en 2006.