La Audiencia Provincial celebró ayer la segunda sesión del juicio que se sigue contra una pareja de ingleses tras la muerte de un bebé de poco más de dos meses en Torrevieja. En el transcurso de esta segunda jornada prestaron declaración los dos médicos forenses que practicaron la autopsia a la pequeña Lucía y los dos histopatólogos catalanes que realizaron las pruebas microscópicas de los tejidos de la niña. En su declaración, los forenses coincidieron en señalar que la muerte de la pequeña sobrevino a causa de una muerte violenta (en contraposición a un fallecimiento natural) y que la misma se produjo como consecuencia de la conjunción de dos fracturas craneales que pudieron producirse varios días antes del fallecimiento de la niña y que no recibieron la asistencia médica necesaria, unido al mal estado general de la pequeña, ya que al parecer presentaba una malnutrición importante que fue corroborada por los expertos barceloneses. En este sentido, los especialistas confirmaron que probablemente ni las lesiones ni la desnutrición habrían provocado por sí mismas la muerte de la niña, aunque en este caso confluyeron ambas sin que los padres acudieran a un centro médico para supervisar su estado de salud.

Los forenses aseguraron que la fractura en la cabeza que presentaba el bebé casi con toda seguridad había sido consecuencia de una caída, ya que la ausencia de hundimiento craneal y de erosiones en la piel hacían descartar que la niña hubiera recibido un golpe directo en la cabeza.

A preguntas de los letrados y de la representante del Ministerio Fiscal los expertos aseguraron que tras la supuesta caída de la niña, los padres deberían haberse percatado del empeoramiento del estado de salud de la pequeña porque en el transcurso de la evolución clínica del daño cerebral debieron producirse episodios de somnolencia o de pérdida de consciencia. Los forenses indicaron que en la autopsia sólo encontraron dos fracturas en la cabeza (que pudieron producirse como consecuencia de un solo golpe) y una marca en el pómulo, pero descartaron que hubieran eritemas y hematomas en alguna otra parte del cuerpo del bebé y que, por lo tanto, no había signos evidentes de maltrato.

La vista se reanudará esta mañana con la declaración del último médico forense, tras lo que el jurado popular podrá emitir su veredicto.