No es que sea el Parque de Doñana, pero a simple vista se podía ver ayer en el paraje torrevejense de Ferrís el impacto producido por la romería del Rocío que durante el pasado fin de semana se celebraba en las inmediaciones de la pequeña cala rodeada de palmeras. El ya frágil equilibrio medioambiental de esta zona del litoral de Torrevieja, icono de sublimes atardeceres en la edición de cualquier guía turística municipal de la población, se ha visto afectado por la presencia de cientos de personas y decenas de vehículos a motor que han aprovechado uno de los pocos espacios naturales no urbanizados para realizar su propia versión de la popular romería andaluza. Un paisaje después de la fiesta algo engañoso porque todavía le faltaba el "repaso" de limpieza de un equipo municipal, según aclaraba ayer la Asociación Virgen del Rocío de Torrevieja.

La convocatoria para la celebración de esta festividad religiosa llevó desde el pasado sábado a decenas de personas a instalar sus tiendas y carretas en Ferrís, lugar que durante dos días ha sido todo un ir y venir de romeros, caballos, visitantes y curiosos que se acercaban a participar del tipismo que rodea a este tipo de celebraciones situadas a medio camino entre el folclore y la tradición. Eso sí, en un espacio que es privado y para el que se solicitaron los correspondientes permisos a los titulares del suelo rústico, tal y como explicó ayer el presidente de la Asociación del Rocío de Torrevieja, Vicente Triviño.

La valoración ambiental tras dos días de acampada festiva en un lugar teóricamente limitado para este tipo de actividades, era fácil de apreciar ayer lunes por la mañana. La basura acumulada en las inmediaciones del paraje no deja de ser testimonio del éxito obtenido por esta celebración. Pero tampoco deja de ser basura concentrada en un espacio natural. Plásticos, papeles, restos de comida, botellas... Aunque a simple vista está claro que el colectivo de romeros ha intentado dejar el espacio como lo encontró el caso es que la huella del paso de miles de personas se ha dejado notar en el palmeral ya de por sí degradado por la falta de mantenimiento. Triviño explicó que se alertó en reiteradas ocasiones de que todos los residuos debían quedar recogidos en los contenedores instalados para ello. Afortunadamente los vehículos no ocuparon la playa porque varios bloques de hormigón que cerraban el paso. Esta mini invasión ha tenido también sus "daños colaterales" con el paso de camiones de tonelaje medio que accedían sin más inconvenientes a esta zona.

Ayer los operarios se apresuraban a retirar carpas y tendidos eléctricos amarrados a los troncos de las palmeras. No parece que la petición pública de Izquierda Unida para que no se autorizara el evento haya obtenido mucho éxito entre las autoridades municipales, mientras que el Ayuntamiento insiste en que no puede actuar en una zona privada. Los rocieros, que cuentan con una asociación de casi 500 miembros, hacen un balance positivo de la edición de este año de la Romería y, sin querer abundar "en temas políticos", si obtienen el permiso de los propietarios de la finca volverán a realizar su festividad en Ferrís el próximo año. La vieja aspiración de la Asociación, que como otras tantas festeras en Torrevieja, nació a mediados de los noventa, es realizar una romería de Torrevieja a La Mata, algo de momento inviable porque los responsables del parque natural no lo permiten.