Jueves, 10 de junio. El retén de la Policía local recibe a las 10.30 horas la llamada de un vecino que pasea por el parque del Recorral alarmado porque un perro catalogado como "raza peligrosa" se encuentra suelto y deambulando por la zona de recreo. De forma inmediata se pone en marcha la Unidad Canina de la Policía Local, creada tras la aprobación en octubre de 2009 de la ordenanza municipal de Animales de Compañía que sólo permite tener tres canes. Los agentes "armados" con correas, guantes, lazos con mango y un lector de chips identificativos llegan al Recorral y, tras recorrer el paraje, localizan al can. Tras acercarse a él comprueban que se trata de un can de una raza catalogada como potencialmente peligrosa. En breves instantes se hacen con él, ya que está perfectamente domesticado, no muestra agresividad y se encuentra tranquilo.

El de ayer no se trata de un hecho aislado ya que casi a diario el responsable de la unidad canina de la Policía Local, Jorge Pertusa, tiene que hacer frente y solucionar todas las incidencias derivadas de la tenencia de animales domésticos existentes en el municipio. Sólo en perros se calcula que puede haber un millar; de ellos, más de cien ejemplares están considerados como razas peligrosas.

El inspector jefe de la Policía Local de Rojales, Iñaki Esparza, justifica este gran número de perros por la presencia en el municipio de ciudadanos de otros países, sobre todo de la Unión Europea, cuya forma de vida está ligada a tener animales de compañía. Tanto es así que Rojales cuenta con una población censada de 22.000 habitantes de los que más del 75% son extranjeros.

"La ordenanza de animales de compañía establece los derechos y deberes de los propietarios: evitar que se produzcan problemas de convivencia y, sobre todo, que se produzcan daños personales por ataques de perros, como el recientemente ocurrido en Tenerife", explica el alcalde, Antonio Martínez.

El suceso al que se refiere el primer edil tuvo lugar el pasado lunes y costó la vida a un niño de tres años, tras ser mordido en el cuello por un pit-bull. Un total de 27 personas, doce de ellas menores, han muerto en España desde 1991 como consecuencia de ataques de perros, según Efe.

Los agentes ayer, tras comprobar que el animal localizado en el Recorral tenía instalado un chip, inmediatamente contactaron con su propietaria y se le instó a acudir al reten policial para recogerlo y presentar toda la documentación. A su llegada relató a los agentes que a primeras horas de ayer se le escapó. Al tener toda la documentación regla pudo recuperar a su perro.

Tras esta incidencia la Unidad canina acudió ayer a un conjunto de viviendas, situadas en el Campo de Golf, tras ser alertados de la presencia de dos perros sueltos. A su llegada comprobaron que se trata de un sólo animal, un "american Stafforshie" que se encontraba junto la entrada de la vivienda de sus dueños, de nacionalidad británica. Tras requerir toda la documentación y estar en regla el asunto se queda en una actuación si más consecuencias.

A veces las consecuencias de la actuación policial son muy distintas. En estos momento se está tramitando una denuncia contra un vecino por una cantidad de 5.000 a 6.000 euros, explica Pertusa porque su perro ya ha mordido en dos ocasiones a otro "y nunca atendido a nuestros requerimientos". Las principales incidencias con los perros son molestias a vecinos, abandonos, pasear sin bozal o sin correa.