Gobierno y oposición de Orihuela no pudieron ayer siquiera acercarse a un consenso sobre qué cargo debe dar el Ayuntamiento al poeta Miguel Hernández en el año de su Centenario. La discusión -calificada ayer de "estéril" por el único concejal que se abstuvo en la riña (Pedro Mancebo, de Centro Liberal Renovador)- no desembocó en ningún acuerdo. Ni a petición del PSOE y Los Verdes el poeta será síndico portador de la Gloriosa Enseña del Oriol, ni a propuesta del PP es todavía "Síndico Honorario".

Lo será en teoría el viernes, cuando lo que era una enmienda del equipo de gobierno se convierta en una moción que apruebe el PP por mayoría. Y será así el poeta del pueblo el primer "síndico honorario", como un síndico normal (representante de la ciudad en el exterior) pero sin corresponder a un año concreto y sin portar nunca la bandera de guerra oriolana. Lo que la oposición pretendía (a excepción de Mancebo, que se alegraba ayer de no haberse posicionado en este debate) era que alguno de sus herederos le representara en el desfile del Pájaro, el 17 de julio de este Año Hernandiano.

Sin embargo, la edil de Cultura, Pepa Ferrando, se negó de plano: "A todos nos gustaría que fuese síndico, pero eso no es posible porque hace 68 años que falleció. Han sido con esto, y con otros muchos actos institucionales, la oposición más irrespetuosa que ha tenido este Ayuntamiento en toda su historia. Los cargos institucionales son a propuesta de Alcaldía y nunca se ha dado el caso de que se desvelaran antes. Ya sabemos lo irrespetuosos que son con el protocolo, (...) sería la primera vez que alguien que no es síndico ni miembro de la Corporación cogiera el Oriol".

Por su parte, también los proponentes rechazaron la enmienda del PP. La socialista Ana Mas manifestó que "es una simple estratagema con la que tapar su imprudente, impulsiva e incluso irrespetuosa reacción al enterarse de que queríamos presentar una moción que consiguiera aunar la Enseña del Oriol y la figura de Miguel Hernández. (...) No aceptamos porque si otras mociones que se aprueban aquí y son de fácil ejecución no se ejecutan, esta sería sólo otro disparo al aire". Por su parte, el concejal verde Manuel Culiáñez dijo que "no aceptamos porque queremos que 2010 sea el año de Miguel Hernández y que los dos símbolos que tiene Orihuela vayan de la mano".

El PP ha propuesto como síndico 2010 al Rey, aunque no hay constancia de que se le haya invitado ya formalmente. En todo este contexto, Mancebo (CLr) consideró que "esto es un auténtico despropósito por parte de todos: Urge chafar la moción, se sacan de la mochila la figura del "Síndico Honorario" y con una enmienda, por la puerta de atrás. Están llevando esto a un espectáculo bochornoso, al clásico "y tú más"... Imagínense el papelón que le cae a la persona que se decida este año que sea síndico, que será un tercer plato. Eso sí, le queda el orgullo de habérselo disputado con el Rey y con Miguel Hernández".

Sin acuerdos

Este pleno ordinario de mayo -retrasado a junio por un viaje de la alcaldesa- era tenso antes de empezar. Los puntos del orden del día que corresponden a la gestión del equipo de gobierno (entre ellos una aprobación de facturas sin consignación presupuestaria por 3,6 millones de euros) tuvieron que quedarse fuera y se debatirán el viernes en sesión extraordinaria porque la oposición se negó a pasar por alto que el PP convocara las comisiones informativas con menos antelación que la que marca el Reglamento Orgánico Municipal (ROM). Quizá por esa tensión previa, y por las críticas a que la primera edil, Mónica Lorente, estuviera de viaje en Sudamérica cuando las Cortes Valencianas aprobaron reconocer el estatus de "Gran Ciudad" a Orihuela, la regidora comenzó felicitando a los ciudadanos por esta nueva categoría y asegurando que "sentí enormemente no poder estar, me consta que se me echó mucho de menos, yo también les eché de menos. Ahora son ustedes ilustrísimos concejales" (la declaración conlleva algunos cambios protocolarios).

En toda la mañana, en un pleno de casi cuatro horas, no se logró un solo acuerdo. Más allá del debate político, lo único que sacaron los ciudadanos del pleno de ayer es que se revisarán los parquímetros de la zona azul para comprobar si desde una silla de ruedas se alcanza a la ranura de las monedas (un "detalle" que tampoco es baladí).