El Ayuntamiento de Orihuela ha iniciado este pasado mes de febrero un proyecto a medio plazo para conseguir el reconocimiento de la Unesco y obtener de este organismo internacional la declaración de Patrimonio de la Humanidad. En una comisión en la que participa el portavoz del grupo municipal del PP, David Costa, entre otros, ya se ha mantenido una primera entrevista de trabajo con la misma empresa que ayudó a la ciudad de Elche a obtener este reconocimiento internacional.

Orihuela tiene sobrados motivos para elevar una candidatura con posibilidades. Ahora bien, tiene que acertar qué quiere presentar y ajustarlo a la convocatoria de ese año pues ésta va variando. Ser Patrimonio de la Humanidad se ha convertido en los últimos años en la etiqueta promocional y turística más importante que puede tener cualquier municipio, porque la Unesco lo que premia es la universalidad de un bien -material o inmaterial- y le da una importancia que lo hace merecedor de convertirse una herencia para el resto del Mundo.

Posibilidades

El Ayuntamiento está barajando varias posibilidades y ha puesto a trabajar a historiadores y técnicos, en coordinación con la citada empresa, a fin de extraer qué puede interesar más a los miembros de la Unesco del rico patrimonio oriolano. La decisión tendrá que esperar hasta conocer la publicación de las categorías que salen este año a elección. Aunque muchos puedan pensar que el casco histórico, su patrimonio en palacios e iglesias, pueda ser motivo más que suficiente para presentar la candidatura, el Ayuntamiento no las tiene todas consigo y baraja otras posibilidades.

Así, en el caso de buscar un acontecimiento único y de trascendencia histórica en el devenir de Orihuela, se presentaría una candidatura con la Procesión del Santo Entierro, conocida popularmente como la del Caballero Cubierto (estaríamos ante un bien inmaterial) o, si hablamos de elementos singulares del patrimonio, estaríamos hablando de la catedral de El Salvador, la más pequeña de España, lo que la hace única. Ahora mismo todas las posibilidades están abiertas. El trabajo que plantea Orihuela es a medio plazo y las fuentes consultadas por este periódico indicaron que sólo se presentaría una candidatura con garantías, algo que no es fácil porque depende en buena medida de qué miembros de la Unesco sean seleccionados para decidir si un bien merece o no la declaración internacional. La travesía en la que se ha metido la ciudad será larga porque primeramente deberá pasar una primera criba antes de obtener la selección final y, entonces, esperar. Muchas fuentes consultadas por el periódico aseguraron que dependerá no sólo del valor del bien que se presente, también de los "rivales" que se presenten. Al final, y vale el símil, será algo parecido a la elección de una ciudad que quiera ser sede Olímpica.