La Cruz de La Muela cumple el viernes 599 años coronando la Sierra de Orihuela y se enfrenta a su desaparición forzosa perseguida por un abogado oriolano, José Luis Mazón, quien la entiende como evidencia del "poder sotánico" y como "símbolo de la opresión de las conciencias hispanas a lo largo de milenios". Se apoya en una sentencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos de noviembre que sostiene que la administración atenta contra los derechos religiosos cuando permite colocar en espacios públicos símbolos de una confesión.

Orihuela se ha revolucionado con este asunto porque, echando la vista atrás, la cruz ha estado sobre el monte siempre. Y porque es destino de marchas senderistas, de actividades culturales y medioambientales, parada obligada en rutas ecoturistas y un símbolo de la ciudad reflejado en carteles, libros, canciones, poemas y hasta dichos populares.

Y es que el tiempo que tiene la cruz es el mismo que ha pasado desde la visita del predicador Vicente Ferrer a Orihuela, el 26 de febrero de 1411, pues a él se le atribuye la colocación del símbolo a 462 metros de altura, en un punto visible desde varios kilómetros. Así lo recoge el cronista oficial de la ciudad, Antonio Luis Galiano, quien editó un libro sobre la Cruz de La Muela en el que defiende que ha impregnado la sociedad y la cultura de Orihuela, excediendo el plano religioso.

Pero la Cruz de La Muela, efectivamente, nace como símbolo religioso y se encuentra en un espacio que es de todos, una sierra de titularidad autonómica protegida como Monte Público, Lugar de Interés Comunitario, y en vías de declararse Paraje Natural Municipal. Sin embargo, nadie en la corporación, ni PP ni oposición, entiende hoy la cruz como un símbolo exclusivamente religioso. La alcaldesa, Mónica Lorente, aseguró cuando este diario anunció las intenciones del letrado que "defenderemos a ultranza" su permanencia. Los Verdes, PSOE y Centro Liberal Renovador tuvieron claro que "este es un debate estéril, inútil, inexistente, que no está en la calle, que sólo busca la polémica...". Tales fueron los adjetivos que entre todos le pusieron a esta "cruzada contra la cruz" de José Luis Mazón, quien por su parte no se acobarda y ya ha concretado que presentará su recurso "en dos meses", sumándolo así al que inició contra el Cristo de Monteagudo (Murcia).

Suscripción popular

Galiano también explica que primero fue de madera, que la destruyó muchas veces la lluvia hasta que en 1910 se cambió por una de hierro que tampoco es la actual. Fue por suscripción popular y con cuestación incluida. Destruida durante la Guerra Civil, en 1942 se instaló la actual y en 1982 miembros de la corporación de Francisco García Ortuño subieron cargados de materiales para reparar sus cimientos. Hasta el pregón de la Semana Santa nombró la cruz y los Moros y Cristianos la defienden.

Muchos recuerdan en la Vega Baja cuando el 2 de enero de 1985 amaneció aserrada. El acto vandálico fue descubierto por el portero del Seminario y despertó la repulsa popular unánime. Así lo recogió este diario, que mostró fotografías de La Muela sin cruz, y de los esfuerzos para restablecerla de un gobierno socialista. El Ministerio de Fomento envió un helicóptero para retirar la cruz, repararla y devolverla a su sitio en dos intentos, primero en marzo y finalmente en junio, con 22 hombres y dos mulas.

En los últimos 25 años no se ha tocado, aunque una de las últimas anécdotas es de marzo de 2008, en campaña electoral, cuando el PP denunció que el monumento había aparecido "adornado" con una pancarta en la que se leía: "PSOE, Vota con todas tus fuerzas". Nadie asumió la autoría de esta acción propagandística, muy criticada por apropiarse de un símbolo tradicional de Orihuela. Hoy, los tiempos han cambiado, y el pueblo se deja ver en "Facebook", que ha reunido a 860 defensores en "La Cruz de La Muela no se toca".

"Una estatua a Hernández"

El abogado José Luis Mazón, quien pide la retirada de la cruz, manifestó ayer que "si quieren mantener allí un símbolo de Orihuela, que eleven una estatua de 20 metros a Miguel Hernández, que sí simboliza y prestigia a Orihuela, y que quiten la cruz, símbolo del pensamiento inquisitorial y totalitario a lo largo de muchos siglos". Responde así a las valoraciones sobre su batalla judicial publicadas ayer, en las que miembros de la corporación defendían la Cruz de La Muela como símbolo "del pueblo" y "seña de identidad", más que religioso. El letrado arremetió contra el grupo socialista, que considera "descafeinado" por defender la cruz y "salir en defensa del símbolo de sus verdugos y en detrimento del principio de legalidad".