El joven, desde su nacimiento presenta un cuadro de retraso mental profundo, trastorno generalizado del desarrollo, agresividad física e hiperactividad y registra episodios epilépticos. Carece de lenguaje verbal y cuando las crisis no se lo han impedido, ha asistido al Colegio Alpe para disminuidos psíquicos de la ciudad. Según los informes médicos precisa ser internado porque la convivencia en el domicilio familiar es imposible pese al tratamiento psicofarmacológico que recibe. Desde principios de este mes de julio Robert permanece ingresado en el Hospital de la Vega Baja, estando la mayor parte del día "contenido", es decir "inmovilizado" en su cama. "Pretenden que me lo lleve a casa en estas circunstancias", explica su madre.

María Angeles, de 44 años, separada, trabaja como auxiliar administrativa en un centro de educación secundaria de Torrevieja. Vive con su hijo Robert y su hija Laura de siete años y desde hace tres, cuando la situación de su hijo comenzó a ser insostenible, busca una solución para que su hijo esté atendido en un centro especializado llamando a las puertas de todas las administraciones públicas.

En este sentido, un auto judicial remitido a los servicios de la Conselleria de Bienestar Social de Alicante, ordenaba que en el plazo de tres meses Robert fuera ingresado en una residencia, debiendo ser comunicado al juzgado en primer lugar este hecho y pasados otros seis meses, la evolución sobre su estado. Un ingreso que, cumplido el plazo dado, todavía no se ha producido porque, según Bienestar Social, no hay plazas vacantes y nueve personas en las mismas circunstancias que Robert están en lista de espera. María Angeles quiere que a su hijo lo ingresen "donde sea, mejor cerca, para poder ir a verle", y explica que "él ya no tiene solución, pero temo por mi hija y por mí, aunque en los servicios sociales de Torrevieja me dijeron que es la familia quien tiene que hacerse cargo de casos como el mío".

Peregrinar

En su largo peregrinar por las distintas administraciones, esta madre consiguió que a su hijo le reconociera la Ley de Dependencia el grado de gran dependiente, "nivel tres grado dos", en junio del pasado año, aunque hasta la fecha, no ha recibido ningún tipo de ayuda, que por otra parte, Maria Ángeles afirma que no le resolvería el problema pues lo que precisa Robert, según diagnóstico médico, es su internamiento.

También se ha dirigido por escrito al presidente del Gobierno, quien le respondió remitiendo sus peticiones al Gobierno Valenciano y al Ayuntamiento de Torrevieja, y al Síndico de Agravios, recibiendo de éste la promesa de que su expediente se encontraba a punto de finalizar. Maria Angeles considera que de producirse una desgracia en el seno de su familia Bienestar Social serían los primeros en interesarse por lo ocurrido, cuando ya nada pueda remediarse.