La crisis económica está "estrangulando" al sector del mueble de Almoradí. La ciudad acoge a una veintena de medianas empresas dedicadas a la venta de muebles y, de forma muy puntual, a su construcción. Durante años el lema de "Almoradí, Ciudad del Mueble" ha sido la bandera económica del municipio expresada en los numerosos establecimientos ubicados a la carretera que lo une con Dolores, a lo largo de casi un kilómetro, con una media de 2.000 metros cuadrados de exposición por establecimiento.

El hundimiento del sector de la construcción, que se da en la comarca con mayor dureza si cabe que en otras zonas, está obligando a algunos empresarios a reducir plantillas de un sector que generaba, entre 100 y 250 puestos de trabajo directos, además de los indirectos derivados de los proveedores.

Las dificultades tienen su origen en el bloqueo a la financiación para los compradores. Hace un par de años bastaba con una nómina sin verificar para avalar las peticiones y ahora se deniegan con procedimientos de comprobación más rigurosos. De forma sistemática se rechazan las solicitudes si los compradores cuentan con una hipoteca, a pesar de haber cerrado un presupuesto con el establecimiento.

Por otra parte, para obtener liquidez y sobrellevar la crisis algunos empresarios han intentado en los últimos meses acceder a los créditos blandos del ICO (Instituto de Crédito Oficial), liberados precisamente para atenuar los efectos de la crisis y evitar despidos que ya se están produciendo. Según indicaron fuentes del sector, las principales entidades financieras y de ahorro de la provincia han cerrado el grifo "de una forma escandalosa" a la hora de que algunas mercantiles puedan tener acceso a ese tipo de préstamos e imponen condiciones "draconianas". Sin este balón de oxígeno la continuidad de algunas de las mercantiles está en el aire. Los establecimientos almoradidenses tienen su principal mercado en la demanda de amueblado de viviendas de nueva construcción del litoral y municipios de segunda línea de la Vega Baja, que tuvieron su "boom" inmobiliario entre 2001 y 2006. En esos años el conjunto de los ayuntamientos de la comarca llegó a registrar la concesión de hasta 15.000 licencias anuales para la construcción de viviendas.

La puesta en marcha de un gran establecimiento dedicado al mueble de la cadena sueca IKEA a principios de 2006 en Murcia también afectó al sector local. Esta tienda recibe 25.000 visitas semanales procedentes de la Comunidad Valenciana.

"El cliente busca nuestro sello de calidad"

El presidente de la Asociación "Almoradí Ciudad del Mueble", Juan Manuel Rodríguez, admite las dificultades que atraviesa el sector. Es la misma crisis de consumo que en otras actividades económicas pero "con la doble vertiente de la falta de demanda y la crisis de la construcción. Se resiente el consumo en general, tanto a la hora de amueblar vivienda nueva, como a la hora de la reposición de muebles", explica Rodríguez. La crisis ha afectado también a la ayuda que anualmente reciben los empresarios asociados de la administración local para difundir la imagen corporativa del sector, aunque Rodríguez considera compresible este recorte.

La Asociación, además, se muestra menos pesimista que otros sectores local y resta importancia a la incidencia de la implantación de la multinacional sueca en Murcia puesto que los clientes que acuden a Almoradí "siguen buscando la calidad que caracteriza a sus tiendas y un servicio cercano que les permite realizar el transporte y el montaje", y centra los problemas en la falta de demanda y en los problemas que tienen los clientes para financiar sus compras.