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a deuda a corto, medio y largo plazo de la constructora y promotora oriolana San José Inversiones es de 134 millones de euros (21.580 millones de las antiguas pesetas); sobre un patrimonio total valorado por la mercantil en 400.

Treinta millones de euros "de liquidez" es lo que la sociedad necesitaba para "seguir funcionando normalmente" y eludir el concurso de acreedores voluntario que finalmente tuvo que presentar el pasado 8 de mayo. La mercantil insiste en que ese procedimiento se ha presentado por esa "falta de liquidez puntual" derivada de la crisis del sector, la falta de refinanciación de los bancos y la paralización de su proyecto de El Pinet durante meses y que anuncia la empresa ahora, desde finales de marzo cuenta de nuevo con autorización judicial.

La sociedad estuvo negociando la refinanciación con los bancos para obtener esa financiación durante dos meses sin conseguirlo, según indicó a este periódico ASC Consultores Asociados, el despacho de abogados que representa a la empresa en este procedimiento dirigido por Juan Carlos Miralles.

El lunes está previsto que se dicte el auto de declaración de concurso voluntario. La sobrecarga de los juzgados de Lo Mercantil por otros procesos similares de Alicante ha retrasado este acto formal. En ese momento se designarán dos administradores concursales y en cinco días deben aceptar el cargo. Tras ese trámite se emplaza a los acreedores para que comuniquen al juzgado cuales son son créditos en base al listado que la empresa San José ha aportado al juzgado. Aproximadamente entre 400 y 500 acreedores. Los administradores concursales tienen otro plazo de dos meses para emitir un informe con el análisis de la situación, además de cotejar la lista de acreedores. Por la envergadura de este concurso es posible que se acojan a una prórroga de un mes más.

Sin despidos

En "el ánimo de la sociedad", con numerosos proyectos de viviendas en Alicante y Murcia, "no está sacrificar ningún puesto de trabajo, en torno al centenar, a no ser que la administración concursal estime oportuno que la actual plantilla pueda estar sobredimensionada". "En ningún momento se le ha pasado por la cabeza a nadie que esta sociedad se pueda liquidar", señalaron. El concurso de acreedores, indicaron las mismas fuentes, se "ha presentado para defender a la sociedad" de demandas ejecutivas de clientes o acreedores que "hubieran malbaratado el patrimonio de la empresa; se ha considerado oportuno presentar el concurso bajo el paraguas de la ley Concursal que en su naturaleza jurídica está el reflotamiento de la sociedad y causar perjuicio a la sociedad".

No hay pactos para saldar la deuda

ASC matizó ayer que no se puede pactar la superación de la deuda con acreedores al margen del concurso como se ha dado a entender en los últimos días. La empresa "ha tranquilizado" a esos acreedores pero en ningún caso puede llegar a acuerdos no supervisados por la intervención judicial. En relación a las exigencias de información de 34 de accionistas -la empresa tiene un millar- las mismas fuentes indicaron que en la ley concursal no tienen un papel relevante. El accionista forma parte de la sociedad y ha contado con la información de las cuentas anuales. No hay nada que impida la celebración de las juntas de accionistas convocadas en junio porque las facultades del consejo de administración no están suspendidas.