El equipo multidisciplinar de Artefactos, con sede en la Universidad de Alicante (UA) integrado por más de 15 expertos médicos, técnicos sanitarios, ingenieros y especialistas en fabricación aditiva) han compartido en código abierto hasta siete diseños diferentes de soluciones testadas para que los sanitarios puedan plantarle cara al virus en primera línea de batalla. En el último mes con más de 5.000 metros de filamento de diversos materiales, donados por empresas e instituciones, se han fabricado más de un millar de piezas impresas para paliar los efectos de la pandemia.

Mercedes Llorens, presidenta de la Asociación, explica que han sido las necesidades planteadas por el usuario en cada momento las que han marcado la dinámica de trabajo en cada proyecto, pensando siempre en su funcionalidad y teniendo en cuenta todas las garantías sanitarias. “Si durante las primeras semanas, la investigación y desarrollo de la comunidad de Artefactos se centró en la búsqueda de materiales para cubrir las urgentes necesidades de protección sanitaria, ahora se trabaja en soluciones biomecánicas para mejorar la usabilidad y comodidad de los EPI y prevenir nuevos contagios”.

Con la reciente llegada de modelos de mascarillas procedentes de China, está aumentando el número de descargas de "raspa", el dispositivo protector para evitar laceraciones producidas por el roce continuado de elásticos en la zona exterior trasera del pabellón auditivo, pensando incluso en la ergonomía de las cabezas más pequeñas como las de los niños. Para prevenir el contagio por coronavirus la asociación también ha desarrollado otras soluciones simples pero funcionales como "abba", el soporte ligero para acetato que se transforma en una pantalla protectora del rostro y "rex", el utensilio para agarrar objetos o abrir puertas sin necesidad de tocar las superficies.

La pieza estrella ha sido el adaptador "skuba" para máscara de snorkel donadas por Decathlon. Además de las 3.000 piezas impresas industrialmente, bajo producción controlada, las impresoras 3D han producido más de 350 unidades distribuidas por voluntarios en las urgencias de los hospitales, en los centros sanitarios, residencias de mayores, clínicas dentales para proteger a los sanitarios y minimizar el riesgo de contagio.

La cifra no deja de aumentar tras la publicación de un formulario para solicitar el material donado por la asociación, señala. “Mientras que al principio se atendían principalmente demandas de la Comunidad Valenciana, las peticiones nos llegan ahora de otros puntos de la geografía española como Madrid, Castilla-La Mancha, Murcia, Cataluña y Galicia, e incluso de otros países como Alemania, Colombia, México y Argentina”, afirma Javier Esclapés, coordinador de Artefactos.

Debido a la necesidad de asegurar la calidad del sistema y la protección de los usuarios, el diseño definitivo de los adaptadores "skuba" es el único desarrollo que no se comparte en abierto, a pesar de que el prototipo acumula ya casi un millar de descargas, ya que el dispositivo requiere fabricación aditiva, bajo una estricta supervisión de los parámetros productivos, explican.

Para atender las demandas de "skuba" que están llegando desde otros países, Artefactos está desarrollando un "completo procedimiento de fabricación, con exhaustivas indicaciones de este dispositivo para garantizar su eficacia y evitar el retraso y altos costes derivados del envío físico a otros lugares del mundo", indica Esclapés.

Desde la organización consideran que esta crisis puede ser la oportunidad para cambiar el modelo económico y productivo hacia un modelo basado en la sostenibilidad. “Estamos muy orgullosos de haber podido impulsar y compartir este reto con personas extraordinarias, cada una con origen y perfil distinto, empresas, universidades, instituciones públicas o privadas, personas anónimas, pero con mucho que aportar, tanto a nivel humano como profesionalmente” asegura la presidenta de Artefactos.