P ¿Durante cuánto tiempo se preparó el examen?

R Como tenía claro que quería hacer el PIR, durante el último año de carrera empecé a mirar algo, pero en serio me puse durante dos años. La media para sacárselo está en entre tres y cuatro años.

P ¿En qué consiste exactamente la prueba? ¿Cuál es su mayor complejidad?

R Es un examen de 185 preguntas tipo test que dura cuatro horas. El temario es bastante amplio, pero la mayor complejidad reside en que no es un temario cerrado como en otras oposiciones, sino que te pueden preguntar de toda la bibliografía publicada. Esto complica bastante porque nunca sabes del todo lo que puede caer aunque haya manuales de referencia.

P ¿Cuántas preguntas contestó bien para quedar tercera?

R Tengo 152 aciertos, 22 fallos y una en blanco. La verdad es que no me esperaba para nada sacar el número tres de los 4.500 que nos presentamos.

P Esta posición le permite elegir lo que quiera, ¿hacia dónde se va a inclinarse?

R Ya sabemos los hospitales que han sacado plaza porque salieron en el BOE pero ahora toca labor de investigación para ver en qué áreas son referencia cada uno, la formación que ofrecen, la investigación que tienen y ese tipo de cosas. En el MIR los residentes eligen especialidad, pero en el PIR sólo hay una, la psicología clínica, por eso nuestra elección es más por hospital porque la base es la misma en todos.

P¿Sabe en qué área le interesa más especializarse en el futuro, de cara a si el hospital que elija es referencia en ella?

R La verdad es que siempre me había inclinado por especializarme en la rama infanto-juvenil, pero al estudiar para prepararme el PIR me he dado cuenta de que también me gusta la intervención en adultos. Así que creo que la residencia me ayudará a decidir.

P ¿Cuánto tiempo dura la residencia para un psicólogo?

R Son cuatro años de residencia en el mismo hospital con meses de rotaciones externas en otras unidades o incluso en otros países.

P Dentro de esa búsqueda de hospital, ¿tiene ya alguna preferencia?

R Por una parte pienso en los de Alicante por la cercanía. Hay plazas en el de Sant Joan y en el de Elche. Y por otra pienso que tengo la oportunidad de elegir en Madrid algunos de referencia como La Paz, el Clínico San Carlos, el Doce de Octubre o el Gregorio Marañón, algo que no me había planteado porque no pensaba sacar el número tres.

P¿Cuándo supo que quería ser psicóloga?

R Quiero estudiar Psicología desde cuarto de la ESO porque siempre me ha llamado la atención el comportamiento humano y los cambios bioquímicos del cerebro y en el grado, que he estudiado en la UMH, confirmé mi vocación. El PIR es lo máximo a lo que puedes aspirar en clínica, así que estoy feliz. En la psicología hay muchas ramas, pero si te decantas por el ámbito sanitario para diagnosticar y tratar trastornos mentales la única vía es esta, no hay atajos. La carrera es muy teórica y por eso es tan importante la formación práctica que voy a recibir ahora como residente.

P ¿Cómo ve la relación entre los psiquiatras y los psicólogos?

R Hasta hace poco no se sabía muy bien lo que hacía un psicólogo en un hospital, pero yo creo que cada vez es más importante que el abordaje de un paciente se trate desde un equipo multidisciplinar. Psiquiatras y psicólogos nos necesitamos unos a otros, debemos ir de la mano para trabajar de una manera integral con el paciente.

P ¿Está el PIR lo suficientemente valorado? ¿Hay suficientes plazas?

R No se le hace tanto caso como al MIR, claro, pero yo creo que sí. Según el Consejo General de Psicología, la sanidad española tiene una ratio de 4,3 psicólogos clínicos por cada 100.000 habitantes, frente a los 18 que tiene como media la Unión Europea. Como sociedad necesitamos exigir un aumento de la contratación de especialistas en psicología clínica en la sanidad pública y un aumento de plazas PIR para poder formarnos, como remarcó el Defensor del Pueblo recientemente. Todo esto con el objetivo de lograr una atención psicológica digna en nuestro país.