Cuando en 1995, la Ley Orgánica 5, del Tribunal del Jurado atendía la demanda expresada en la Constitución de 1978 de que los ciudadanos puedan ejercer la acción popular y participar en la Administración de Justicia, se abría una nueva época para la Justicia española que, 25 años después, sigue generando polémicas, o cuanto menos, debate. Sin embargo, con el paso del tiempo, existe una coincidencia por parte de fiscales y abogados defensores y de la acusación de que esta figura es imprescindible en una sociedad democrática. Al menos, así lo han expresado diversos expertos en unas jornadas organizadas en la Universidad CEU Cardenal Herrera, con la coordinación de la profesora Asunción Chazarra.

Tanto Francisco Marco, fiscal adscrito al juzgado de Instrucción nº 1 de Elche, desde 2008, como los letrados Ignacio Gally, Enrique Botella y Aitor Prieto, han señalado en la importancia del Tribunal del Jurado y cómo enriquece tanto a la propia Justicia como a los ciudadanos, «porque es necesario en una sociedad democrática que no se perciba que la Justicia está alejada de la ciudadanía. Es necesario que la sociedad perciba que también participa en la administración de la Justicia». Además, se produce un fenómeno que, según estos expertos, beneficia a todos: «Cuando los ciudadanos participan como tribunal del jurado adquieren matices diferentes en la administración de la Justicia».

Así lo han expresado antes más de cincuenta estudiantes de Derecho del CEU, en el seminario práctico sobre el Funcionamiento del jurado popular en España, con motivo del 25 aniversario de su creación. Y lo han hecho tanto desde la perspectiva del ministerio Fiscal como desde sus experiencias como abogados defensores o de la acusación, y en ambas partes la figura del Jurado «ayuda a desencorsetar a la Justicia».

Esos puntos de coincidencia también se extienden a otros aspectos, como la posibilidad de influenciar en los miembros del jurado: «Los jurados son muy influenciables y permeables, desde fuera por los medios de comunicación y de puertas adentro de la sala de vistas, ya que tanto el fiscal como el abogado defensor van a intentar predisponer al jurado hacia sus tesis respectivas». Y es que, como asegura Enrique Botella, que ha actuado como abogado en catorce juicios con jurado, «claro que hay que conformar un jurado que nos sea favorable, hay que convencerles, porque como decía Unamuno, convencer es persuadir».

En lo que difieren los ponentes es en el proceso de elección de los miembros del jurado. Mientras la fiscalía selecciona al jurado a ojo, «sin contar con ningún tipo de apoyo externo de profesionales como psicólogos, se busca a aquellas personas que puedan estar más cercanas a las posiciones de la fiscalía o, al menos, que no se alineen con la defensa», los letrados sí suelen recurrir a la ayuda de esos profesionales, «que nos permitan conocer mejor el perfil de sus componentes. Cuando no puedes contratar a un profesional de la psicología una herramienta muy útil es recurrir a investigar a esos posibles jurados a través de sus redes sociales».

Tanto unos como otros reconocen que en estos 25 años «todos hemos ido aprendiendo, henos evolucionado y mejorado», y como asegura Ignacio Gally, abogado con más 30 años de experiencia y Vicedecano del Ilustre Colegio de Abogados de Alicante (ICALI), «hay que apoyar la institución del jurado e integrarlo en más asuntos, no solo de tipo penal, ya que, entre otras cosas, nos aporta un enfoque distinto».

La labor de la Enfermería para reducir el consumo de tabaco y el vapeo

Frente a las alarmantes cifras que la Organización Mundial de la Salud (OMS) maneja sobre el número de personas que mueren anualmente en el mundo por el consumo de tabaco y que en España se cifran en 323 por cada cien mil ciudadanos, profesionales de la Enfermería han reclamado recientemente un papel más activo de estos profesionales de la Salud para reducir estas prácticas y los factores de riesgo asociados a las enfermedades cardiovasculares. Uno de ellos es Fernando Fernández, profesor de Enfermería del CEU en Elche, que ha intervenido en eCardio, el Congreso Internacional de la Sociedad Española de Cardiología.

«Se hace preciso, y cada vez más importante, educar para la salud y promocionar la salud desde edades tempranas, antes de que aparezcan las conductas de riesgo. Nosotros demandamos que debe haber una enfermera escolar, inclusive que en el currículum con una asignatura que se denomine Salud; hacer una educación terapéutica multidisciplinar con escuelas de pacientes, con el paciente experto, con el paciente activo; utilizar la nueva figura de la enfermera de práctica avanzada como referente en los estilos y cambios de promoción de la salud con respecto al tabaco; que exista un compromiso claro entre la Salud y la Educación; y adaptar las tecnologías a las necesidades personales y sociales», advierte este experto.

Y aunque las recomendaciones de sociedades científicas, oncólogos y expertos en Salud Pública vienen informando de que con el abandono del tabaco se empieza a mejorar desde el primer momento los problemas asociados al tabaco, de que existen medicamentos en las farmacias; de que el Sistema Nacional de Salud, tanto en asistencia especializada como en la atención primaria, están involucrados en reducir el consumo de tabaco, Fernández reconoce que, de alguna manera, hay que cambiar el escenario: «Tenemos que empezar a hacer en las consultas de Enfermería un trabajo de difusión e información de lo que es el consumo del tabaco; tenemos que cambiar nuestro discurso; hacer desaparecer de las puertas de los hospitales a aquellos profesionales de la Salud que salen a fumar; tenemos que aprovechar las nuevas tecnologías, de las APP y de las herramientas que pueden ayudar a los pacientes a abandonar esa conducta; y necesitamos de iniciativas tanto en hospitales como en universidades, como en la sociedad, para disminuir el número de gente que está consumiendo estos productos y mejorar la salud».

Es decir, cambiar el modelo hacia iniciativas más preventivistas en la prevención primaria y no hacer prevención secundaria «cuando ya han aparecido los problemas asociados al consumo del tabaco». Todo ello, en un contexto en el que también han aparecido el cigarrillo electrónico, que se ha presentado como alternativa que reduce los daños al fumador, ya que su potencialidad reside en que al consumir menos sustancias nocivas, disminuye la posibilidad de tener de patologías asociadas y se presenta como un producto inocuo y que ayuda a la gente dependiente del tabaco a consumir esos productos con menos riesgo. Un escenario que sólo en EEUU ha originado que su consumo en jóvenes haya pasado de 1,5% en 2011, a un asombroso 20,8%, en 2018.

Y es que para Fernández el tabaquismo, ya sea mediante el consumo de cigarrillos o a través de los vapeadores, está generando un serio problema. «Creo que se nos presenta un mundo en el que la patología crónica va a ser el vector que va a mover la sostenibilidad del sistema. Y si ya conocemos que para la salud pública el tabaco es uno de los principales problemas, hagamos algo para poder cambiar este estilo de vida», asegura.

La sociedad reconoce la labor preventiva de la Escuela de Salud CEU

Las intervenciones comunitarias que el CEU viene desarrollando desde hace años en más de 20 municipios de la provincia de Alicante, en el que participan estudiantes y profesores del grado de Enfermería en Elche, han generado que cada vez más usuarios se acerquen a los espacios abiertos, colegios y centros sociales donde se realizan talleres gratuitos de promoción de hábitos saludables, así como intervenciones comunitarias que favorezcan el fomento de estilos de vida saludables en la población mediante la prevención de enfermedades.

Para los usuarios, estas intervenciones son esenciales. «Hacéis bastante, porque hay mucha gente que a raíz de aquí tendrán que ir al médico porque son hipertensas, porque hay mucha hipertensión sin tratar y eso deriva en otras cosas», asegura una vecina de Almoradí, donde recientemente han asistido los miembros de la Escuela de Salud CEU. Y es que estos vecinos de la localidad de la Vega Baja reconocen que «es beneficioso para la comunidad. Está bien para personas que normalmente no queremos ir al médico para que no nos digan. Es entretenido y útil porque informan de cómo estás. A veces se descubren cosas que no sabes y es entretenido y útil porque informan de cómo estás». Además, ponen en valor que este modelo de intervenciones también mejora la formación de los estudiantes: «así los estudiantes de Enfermería están en contacto con las personas, se desenvuelven mejor en un futuro. Así van teniendo contacto con el enfermo».

Estudiantes y profesores del CEU muestran las diferencias educativas entre España y Senegal

Difundir la labor educativa que los estudiantes y profesores de Magisterio de la Universidad CEU Cardenal Herrera han desarrollado recientemente en Senegal ha sido uno de los objetivos de las charlas que los integrantes de este proyecto han presentado en el colegio Luis Cernuda de Elche. Durante su intervención entre el alumnado de 5º de Primaria les han mostrado las diferencias de los modelos educativos entre España y el país africano, incidiendo en cómo en Senegal se emplea una metodología memorística, dogmática y de repetición, sin apenas recursos materiales, y donde existe el castigo físico como medida de corrección.