El Museo de la Universidad de Alicante acoge, por primera vez, la obra de uno de sus alumnos egresados, "Meteoroide", de Carlos Pastor. La instalación de la obra comenzará mañana jueves 27 de febrero en el patio del MUA, donde permanecerá expuesta hasta el mes de julio.

Carlos Pastor es graduado en Fundamentos de la Arquitectura por la Universidad de Alicante (Premio Extraordinario de Carrera. 2012-2018) y Máster de Arquitectura por la UA con matrícula de honor. En 2018 su trabajo "Doméstica Concertante" fue seleccionado y expuesto en el Pabellón Español de la Bienal de Venecia.

La obra "Meteoroide" pretende reivindicar, según su autor, "los saberes y las estéticas de aquellos que han sido considerados como monstruos". "Las mujeres, los homosexuales, los niños, los animales, los cuerpos racializados por la colonización, los enfermos, aquellos que han sido considerados como deficientes, las bacterias, frente al no hay alternativa neoliberal".

Pastor ha imaginado su obra a través de un meterorito que ha impactado en el patio del MUA: "Una monstruosa masa rocosa desvela el proceso de construcción política que desde el museo ha cristalizado nociones que hoy entendemos como naturales. Todos los cuerpos monstruosos que ha necesitado la disciplina para construir el orden actual", afirma.

Pastor explica que a partir del siglo XIX se recrudeció en Europa la homofobia cristalizada por el cristianismo medieval basada en el mito bíblico de Sodoma. El discurso moral sobre el sexo entre hombres fue ampliado por el discurso médico (Foucault, 1976), deviniendo el pecado en patología. En 1871, el recién fundado Imperio Alemán penaliza los "delitos sexuales no naturales" entre hombres con hasta seis meses de prisión, en el conocido como Párrafo 175.

En este contexto de criminalización, Karl Heinrich Ulrichs definió por primera vez en 1864 el término uranista (personas con una psique femenina en un cuerpo de varón), toda una teoría sobre el amor y el deseo en el que acaricia la idea de fundar una Liga Uranista. Cinco años después Karl-Maria Kertbeny aportaría la noción de homosexual tal y como se entiende hoy.

Si los uranistas querían vivir lejos, entre los monstruos de Urano, Meteoroide plantea la operación inversa, detalla el autor. "Trae un trozo de Urano al museo para desvelar estos procesos de construcción política que han llevado a la cristalización de ciertas nociones que hoy entendemos como naturales. Si fueran naturales, no podríamos oponernos a ellas, de la misma manera que no podemos oponernos a la gravedad. Este meteorito de Urano permitirá vivir en el patio del MUA fuera de las relaciones de poder y de las taxonomías sexuales, de género y raciales sobre las que se ha construido la Modernidad", dice.