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El abandono de grados técnicos se sitúa en el 34% en la UA y en el 37% en la UMH

La Miguel Hernández se encuentra en la media nacional, entre el 37 y el 50%, mientras que la Universidad de Alicante mejora tres puntos la tasa

Estudiantes en el campus de la Universidad de Alicante. ÁLEX DOMÍNGUEZ

Son las ramas de conocimiento del futuro, según los expertos, las que más va a demandar el mercado laboral en la actualidad y en el futuro y, sin embargo, registran una tasa de abandono de entre el 37,4 y el 49,9% según el último informe «La Universidad en cifras» que edita la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (Crue) cada año. Hablamos de los grados STEM (ciencia, tecnología, ingenierías y matemáticas por sus siglas en inglés). Son tasas muy elevadas que los rectores instan a reducir mediante la orientación a estas áreas desde las primeras etapas educativas, la promoción entre los estudiantes preuniversitarios y la divulgación eficaz, sobre todo entre las mujeres, de sus niveles de inserción profesional y acceso a mejores rentas futuras.

Por lo que respecta a las universidades de la provincia, no es que las cifras sean mucho mejores pero al menos en la Universidad de Alicante (UA) el abandono por parte de los alumnos se encuentra por debajo de la media, en un 34,2% en el caso de las ingenierías y Arquitectura y en un 32,8% en ciencias. Precisamente en la UA han impulsado ya varias iniciativas en el sentido que marca la Crue, sobre todo por lo que se refiere a la incorporación de las mujeres donde las cifras siguen siendo muy inferiores a las deseadas y que, por una parte perpetúa el peor acceso a las retribuciones más altas y por otra, deja a la mujer fuera del ámbito de decisión en las tecnologías que después utiliza mayoritariamente. La Universidad Miguel Hernández de Elche (UMH) está en la media con un 37,7% de abandonos.

Además, las matriculaciones en las carreras STEM han caído un 6,1% entre 2013 y 2017 en el conjunto del país, por lo que el presidente de la Crue y rector de la Universidad de Córdoba, José Carlos Gómez Villamandos, habla ya de «la crisis de las STEM», algo que considera «un problema de país». La demanda de matrícula en titulaciones STEM se encuentra cinco puntos porcentuales por debajo de la media de la Unión Europea y muy lejos de Reino Unido o Alemania que se sitúan 7 y 14 puntos por encima respectivamente.

Así, España corre el riesgo de descolgarse de la cuarta revolución industrial y también de sufrir un déficit estructural para cubrir la demanda de las empresas. De hecho, el director de la Escuela Politécnica de la UA, Andrés Montoyo, alertó recientemente de que no se graduaban alumnos suficientes para cubrir la demanda del Distrito Digital.

Una cifra llamativa que ofrece el estudio es el coste del abandono de los grados y máster: 400 millones. Aún así, los datos muestran que las tasas de abandono en las universidades españolas presenciales son similares a las del resto de sistemas universitarios de los países desarrollados, y solo mejoran estas cifras países «que son referentes internacionales por su calidad, caso de Reino Unido, Canadá y Suecia, entre otros», apunta Gómez Villamandos.

El informe también alude a otros parámetros como la empleabilidad de los universitarios o si hay demasiados estudiantes en los campus.

En cuanto al empleo muestra que los trabajadores con educación superior mejoran su empleabilidad un 17,4% respecto a la del mercado de trabajo en general, frente a un 11,3% en la OCDE y un 12,4% en la UE a 23. Y también recoge que el 56% de los empleos creados en España desde 2014 requerían estudios superiores. Con estos datos en la mano, el presidente de la Crue defiende que «no somos una fábrica de parados» como a veces parece calar en la opinión pública.

Además, un adulto con Educación Superior de nivel de formación de grado o equivalente percibe, como media, unos ingresos anuales que son un 52% superior a los de una persona con nivel de formación de educación secundaria superior. Si su nivel formativo es de máster, obtiene, de media, unos ingresos anuales que son un 85% superior.

No obstante, la inserción laboral de los egresados universitarios, sobre todo en los periodos iniciales, presenta debilidades. Para empezar, la temporalidad. El 62%, 64% y 68% son contratos temporales en las ramas de Ciencias, Ciencias de la Salud y Artes y Humanidades, respectivamente. En la rama de Ingeniería y Arquitectura se reduce a un 37%. Además, el mercado laboral no absorbe a los titulados con rapidez y los acaba subempleando por debajo de su cualificación.

Ante la duda de si hay demasiados universitarios y universidades, el informe de la Crue expone que España tiene un 23,6% de estudiantes universitarios de grado, máster y doctorado menores de 30 años: un 0,4% más que la media europea y un 1,2% superior a la media de la OCDE. «En España, aunque la preferencia de los jóvenes por cursar estudios universitarios ha crecido 8,2 puntos porcentuales, no sobran, ni estudiantes universitarios, ni titulados universitarios», defiende el presidente de los rectores.

Eso, sí la Crue admite que en los últimos años las universidades «en su esfuerzo por captar» estudiantes, han incrementado su oferta de títulos «casi un 20% por encima de la variación de su demanda», algo que ha podido mermar su «eficiencia» y ha reducido el número de estudiantes por titulación.

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