Una nueva metodología que mide la estabilidad de los taludes y puede monitorizarla en el tiempo para observar los posibles cambios en la fractura de la roca de forma remota. El sistema, ideado por profesores de Ingeniería Civil de la Universidad de Alicante (UA), ha resultado ganador del concurso internacional «Build Up!» de Ferrovial.
Mediante un escáner láser, que ya se usa en topografía, o imágenes captadas por drones los investigadores realizan un procedimiento que convierte las imágenes en una nube de puntos 3D que permiten observar el estado del talud o de un túnel. A partir de ahí se estudian los datos y se realizan los cálculos de ingeniería pertinentes para determinar su estabilidad y los posibles problemas que podría sufrir en el futuro.
«Todo partió de la tesis de uno de los miembros del grupo, Adrián Riquelme, que empezó a desarrollar un sistema de medición remota que mejora la seguridad tanto de los ingenieros que realizan las mediciones sobre el terreno como de la población en general», explica el catedrático Roberto Tomás. Ambos profesores junto con Miguel Cano y José Luis Pastor continuaron desarrollando el sistema hasta conseguir el nuevo método.
Presentaron el proyecto al concurso y ganaron frente a 33 propuestas de otras universidades españolas, el CSIC y centros de investigación de Estados Unidos, Francia y Holanda, entre otros. La multinacional de infraestructuras buscaba «conocer y caracterizar con mayor precisión el terreno sobre el que construimos con el objetivo de optimizar el diseño, la planificación y ejecución de obras» y eligió el método del grupo alicantino que ahora probará en obras reales de Ferrovial. Además, el premio les abre la puerta a crear una empresa de base tecnológica mentorizados por este gigante de las obras públicas.
«Cuando vas a construir una carretera o un túnel es imprescindible estudiar los taludes para evitar cualquier desprendimiento mediante anclajes y con esta metodología se puede saber si existe un problema de inestabilidad y además podríamos escanear y medir de nuevo cada cierto tiempo para conocer la evolución de las fracturas de la roca y ver si se está moviendo y cuanto», precisa Tomás.
«El sistema nos permite trabajar también con socios locales en cualquier lugar del mundo que nos remitan imágenes que procesaríamos con este método para estudiar la situación real del talud», apunta Cano.
De hecho, en estos momentos el grupo participa en un reto para analizar el estado de un talud en Hong Kong al que se han apuntados investigadores de todo el mundo. «Existen otros métodos de caracterización pero éste ya lo hemos probado en una cantera en Brasil a la que era peligroso acercarse y donde no permitían escalar para poder realizar las mediciones», asegura Riquelme.
