«Perdiendo kilos, ganando bienestar». Este es el nombre del primer proyecto de investigación que está desarrollando la Universidad de Alicante (UA) con el departamento de salud del Hospital General de Alicante para conseguir que los mayores de 65 años con sobrepeso u obesidad consigan perder peso gracias a una dieta personalizada, ejercicio físico e intervención psicológica.

Es la primera vez que se realiza un proyecto así en Alicante, enfocado a que los mayores bajen de peso desde una intervención multidisciplinar. En estos momentos está en marcha con 60 pacientes, 30 que participan activamente y otros 30 como grupo de control para poder después comparar resultados y demostrar su eficacia.

La investigadora principal de este proyecto de investigación es la profesora de Nutrición Clínica de la UA Ana Zaragoza, y en el mismo están implicados nutricionistas, fisioterapeutas y psicólogos del departamento de salud. De hecho, el proyecto surgió dentro del Aula de la Salud que la UA lleva a cabo en las sedes universitarias con profesionales sanitarios. Los expertos se dieron cuenta de la problemática y solicitaron el proyecto al Instituto de Investigación Sanitaria y Biomédica de Alicante (Isabial), que lo concedió. El grupo de investigación que lo desarrolla es el de Psicología Aplicada a la Salud y Comportamiento Humano.

Zaragoza explica que «el sobrepeso y la obesidad son un importante problema de salud porque genera comorbilidad, es decir, otras patologías asociadas». Así, la obesidad es el principal factor de riesgo cardiovascular, pero también está asociada a la artrosis, enfermedades degenerativas y algunos tipos de cáncer. Un problema sociosanitario de primer orden y que va en aumento en España.

Precisamente los mayores «son un colectivo muy susceptible de padecer sobrepeso y obesidad», indica la investigadora. Los motivos son variados, desde los propios cambios fisiológicos, hasta factores psicoemocionales como la soledad pasando por el deterioro cognitivo. «Muchas veces cuando llegan a ciertas edades se abandonan un poco, tienen más tiempo libre y comen más, se mueven menos y, lo que es más importante, notamos que abandonan la dieta mediterránea y empiezan a comer peor», añade. Revertir esta situación es uno de los objetivos del proyecto. «Realmente lo más importante es aprender a comer e incorporar hábitos saludables a la vida diaria. Al final es la adherencia a la dieta mediterránea, rica en frutas, verduras y legumbres la que marca la pauta a seguir», resume esta experta.

El estudio comenzó el pasado mes de septiembre con 60 pacientes seleccionados por Sanidad. A todos ellos se les realizaron análisis clínicos para conocer su estado de salud general, se les pesó y midió y se calculó su índice de masa corporal. También se les realizó una evaluación neuropsicológica para detectar si algún trastorno o problema psicológico estaba incidiendo en su obesidad o sobrepeso para poder trabajar sobre ello en las sesiones posteriores y comprobar al finalizar el estudio si se produce una mejora en este sentido. A partir de aquí, treinta son objetos activos del proyecto. Estas treinta personas acudieron a una sesión individual con un nutricionista que realizó una dieta personalizada a cada uno de los sujetos.

De forma paralela, un fisioterapeuta evaluó también el estado de todos ellos de manera personalizada para adecuar los ejercicios. La recomendación para todos es caminar al menos media hora al día, si es en compañía mejor. Las tablas de ejercicio se adaptan pero en general se trabaja en mejorar la flexibilidad, la fuerza y el tono muscular. Y un psicólogo realiza el seguimiento psicoemocional. Este profesional les ofrece técnicas de relajación, les orienta sobre la gestión de las emociones y les da pautas para ir a comprar.

Adela Alonso, adjunta de la Dirección de Enfermería de Atención Primaria en el departamento de salud Alicante-Hospital General, que participa en este proyecto destaca que uno de los aspectos más originales es el de la intervención psicológica, «que siempre se queda al margen de este tipo de intervenciones» y es muy importante para lograr el éxito.

Además, se les realizan dos revisiones al mes, asisten a la consulta del nutricionista una vez al mes y realizan sesiones grupales en la Sede Universitaria.

«El gran reto de las dietas es la adherencia por eso es crucial superar el año porque así se entiende que se ha conseguido cambiar los hábitos y se evitan recaídas». Por eso, el proyecto consta de cinco meses de intervención y después un seguimiento hasta completar el año.

Si tras completar el proyecto al volver a medir todos los parámetros se registra una mejoría tanto en la pérdida de peso como en el estado de salud general la idea es ampliar la experiencia a todos los centros de salud de Alicante, para que los profesionales se lo propongan a sus pacientes y si quieren se incorporen para mejorar su salud y bienestar. «El objetivo es poder replicar los resultados de esta investigación, elaborando un protocolo que se pueda extender a todos los centros de salud», avanza Adela Alonso.

La meta de este proyecto es mejorar la salud y calidad de vida de las personas mayores, pero a nadie se le escapa su potencial para rebajar el gasto sanitario una vez que se extienda en caso de demostrar científicamente unos resultados positivos.

Aunque las dietas se personalizan en función de las necesidades de cada uno, los profesionales les explican unas pautas generales comunes. Entre ellas está el esquema de menú que deben seguir a diario. De una manera muy gráfica se muestra que la mitad de los alimentos de una comida han de ser verduras y hortalizas, un cuarto proteínas saludables que pueden ser legumbres, pescado, huevo o carne y el otro cuarto hidratos de carbono, a ser posible cereales integrales.

Como ejemplo de plato saludable y nutritivo a Ana Zaragoza le gusta destacar «un plato muy nuestro, la olleta tradicional». «Es un plato muy rico pese a su origen humilde. Eso sí, el de siempre, el que lleva verduras variadas, legumbres y arroz, sin carne ni grasas», precisa la nutricionista. «Con ese plato, agua para beber y una pieza de fruta de postre tenemos una comida saludable, rica y completa», comenta.

Los participantes en el estudio disponen de menús con desayuno, almuerzo, comida, merienda y cena con variaciones para que sepan siempre qué alimentos son los necesarios y cómo combinarlos. También una serie de recomendaciones generales como beber al menos un litro y medio de agua al día; tratar de comer en casa, sentado a la mesa y acompañado si es posible; ingerir todos los días fibra, frutas y verduras; limitar los fritos y las grasas; intentar establecer unos horarios de las comidas y mantenerlos; comer despacio y masticar bien los alimentos; consumir aceite de oliva virgen extra; y realizar ejercicio de forma habitual.

Por el momento los resultados son muy positivos, destacan tanto Laguna como Zaragoza. En mes y medio el grupo de 30 personas sobre el que se realiza la intervención ha perdido 1,2 kilos de media cada uno. Es decir, entre los 30 se han quitado de encima 38 kilos. «Están muy motivados y nadie ha abandonado el proyecto, lo cual es muy alentador», señala la investigadora principal. Laguna incide en que tanto los controles como las charlas y las sesiones de grupo se realizan en la Sede para salir del ámbito sanitario y que los participantes se encuentren más cómodos.

Este proyecto de la Universidad y Sanidad es además el primero que se realiza dentro de la estrategia Mayores Salud que ha puesto en marcha la Universidad de Alicante, un ambicioso plan en el que están involucrados 28 grupos de investigación.

El Consell elabora una estrategia de envejecimiento activo 2020-2025

La vicepresidenta y consellera de Igualdad y Políticas Inclusivas, Mónica Oltra, presentó ayer la jornada de inicio de la estrategia valenciana de envejecimiento activo que trabajará para luchar contra la soledad no deseada, que impacta más sobre las mujeres. La vicepresidenta destacó la necesidad de diseñar políticas de autonomía personal y envejecimiento activo «efectivas y razonables» que garanticen unas condiciones de vida «dignas, felices y de calidad a todas las personas mayores».

Esta estrategia se llevará a cabo durante el periodo 2020-2025 como una herramienta «dinámica y eficaz» que, a juicio de Oltra, marcará las políticas orientadas a que las personas mayores «continúen disfrutando al máximo de la vida de la mejor manera posible y acompañadas de toda la sociedad».

El aumento de la población mayor de 65 años, que este año representa el 19,5% de los valencianos, requiere «replantear, repensar y planificar nuevas políticas públicas para atender esta nueva realidad», aseguró la vicepresidenta. Oltra se refirió a los datos de la Organización Mundial de la Salud que sitúa a España como el tercer país del mundo con mayor esperanza de vida solo por detrás del Japón y de Suiza, con una media de 85,7 años en el caso de las mujeres españolas y los 80,3 años de edad en el caso de los hombres.

Sin embargo, señaló la vicepresidenta, se estima que más de 2,5 millones de personas mayores «se sienten solas». Se trata, afirmó, de «una realidad terrible que llega casi al 40% de las personas mayores de 65 años, la mayoría mujeres, encontrándonos, igual que pasa con la pobreza, con una feminización de la soledad no deseada». Esta situación de aislamiento desemboca muchas veces «en problemas de relaciones con el entorno, resentimiento, depresión, tristeza y ansiedad».

La estrategia valenciana se centra en cinco líneas de acción, entre las que se encuentra la inclusión y acción de los servicios públicos; la convivencia y solidaridad generacional, con programas en los barrios y ciudades; la autonomía personal y buenos tratos para prevenir la no institucionalización de las personas; la participación por parte de las personas mayores; y el reto demográfico y envejecimiento, despoblación y migraciones.

Ejemplo de menú

Las dietas son personalizadas para los participantes en el proyecto, pero a continuación se reproduce un ejemplo de menú.

  • Desayuno. Una pieza de fruta, un vaso de leche/café con leche/yogurt.
  • Almuerzo. Una pieza de fruta.
  • Comida. Ensalada variada con aceite virgen extra. Arroz con habichuelas (arroz, alubia pinta, verduras, ternera o pollo) y una pieza de fruta.
  • Merienda. Un yogurt y una pieza de fruta.
  • Cena. Brócoli con setas, pescado a la plancha y un yogurt

Intervención psicológica

Una de las novedades de este proyecto es que es multidisciplinar e intervienen también psicólogos.

  • Evaluación preliminar para detectar si la persona padece algún trastorno o problema emocional que incida en el sobrepeso u obesidad.
  • Técnicas de relajación. El profesional ofrece pautas para aprender a relajarse y evitar la ansiedad.
  • Gestión emocional. El psicólogo ayuda a saber identificar las emociones y a canalizarlas de manera adecuada.
  • Pautas. Las recomendaciones incluyen pautas a seguir a la hora de ir a hacer la compra para evitar llenar el carro de alimentos poco saludables.